El impacto de una intrusa marina en el Golfo San Matías 

Científicos del Conicet estudiaron a una especie originaria del este asiático que fue introducida en Patagonia

Styela clava es una especie de ascidia, un animal marino que pertenece al grupo de los tunicados. Aunque parece una esponja, en realidad está emparentado con los vertebrados, incluidos los peces y los humanos, debido a que en su etapa larval presentan una estructura similar que da soporte al organismo. 

Las ascidias tienen el cuerpo blando y están protegidas por una sustancia parecida a la celulosa de las plantas. En este caso, Styela clava vive pegada a superficies como rocas, muelles o barcos.  

En el Golfo San Matías, en la Patagonia argentina, científicos del Instituto CIMAS, una institución que nuclea al Instituto Nacional de Investigación Pesquera (INIDEP), la Universidad Nacional del Comahue, el CONICET y a la Provincia de Río Negro, encontraron a Styela clava en 2014. Se trata de una especie exótica e introducida para la zona.  

Esta ascidia es originaria del este de Asia y es reconocida mundialmente ya que se introdujo accidentalmente en varios países de Europa, Norteamérica y Oceanía. Su presencia puede impactar en cultivos de mejillones u ostras, y en estructuras artificiales de puertos y marinas, donde alcanza densidades superiores a los 1.000 individuos por metro cuadrado. 

El animal marino puede impacta en estructuras artificiales y presenta alta densidad/ArgentiNat

Los investigadores Emiliano Rodríguez, Andrea Evangelina Arcángel, Paula de la Barra, Leandro Andrés Hünicken, Juan Francisco Saad, Maite Andrea Narvarte y Patricio Javier Pereyra estuvieron estudiando cómo esa especie vive y se reproduce. Publicaron un estudio en la revista Biological Invasions.  

Según Rodríguez, recopilaron datos poblacionales mensualmente, como así también registraron y evaluaron las asociaciones de organismos bentónicos que viven adheridos a la ascidia. 

El estudio duró dos años y siguió en los siguientes cuatro, como parte de un programa de monitoreo. Los científicos hicieron muestreos todos los meses en dos playas diferentes del golfo, una más expuesta al viento y otra más resguardada. También observaron dos tipos de lugares en cada playa: las piletas de marea y los salientes rocosos. 

Descubrieron que la cantidad de Styela clava era mayor en los salientes rocosos que en las piletas de marea. El equipo también encontró que en la playa expuesta Styela clava tenía dos momentos importantes de reclutamiento (cuando llegan nuevos individuos al grupo), y en la abrigada hasta tres. Esto sugiere que podría reproducirse al menos dos veces al año. 

Además, los científicos comprobaron que Styela clava puede cambiar y adaptarse según el sitio y el año. Posee una plasticidad que le permite colonizar ambientes diversos 

Investigadores del CIMAS en Río Negro monitorearon su población y hábitats durante seis años en dos playas

Finalmente, Rodríguez agrega: «Estos resultados nos permiten comprender mejor la presencia y la dinámica de Styela clava en el Golfo San Matías, así como su relación con el ecosistema». Estudiar este animal ayuda a proteger los ambientes marinos y a quienes viven de ellos en la Patagonia. 


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios