¿Cómo percibimos el riesgo del Covid?

El tiempo, las variables económicas, la edad, el sexo y el nivel educativo influyeron en la manera en que los argentinos nos relacionamos con la pandemia y las medidas que se tomaron. Estas son las conclusiones de un estudio hecho en el país.

La percepción del riesgo relacionado al coronavirus fue disminuyendo en gran parte de la población de manera inversamente proporcional al aumento de los contagios en el territorio nacional; las mujeres se preocuparon más que los hombres y la percepción fue y es inversamente proporcional al nivel educativo: es decir, al aumentar el nivel educativo hay una menor percepción de riesgo.


Esas son algunas des la conclusiones de un estudio elaborado por la Fundación Bunge y Born entre 15 mil casos testigos en el país.

Entre otras variables, a la hora de contestar muchos de los encuestados tuvieron en cuenta la necesidad de trabajar o hacer actividad física, de la misma forma que algunos otros hicieron un análisis sobre su postura con respecto a las medidas de aislamiento.

Este “Índice de Propensión al Riesgo en Salud (IPRIS)” se elaboró con más de 15 mil casos testigo, durante el 23 de abril y 17 de julio de este año. Para ello se utilizaron encuestas telefónicas a celulares, siempre a mayores de 15 años; y contó con el trabajo del equipo compuesto por Brenda Walter (coordinadora Senior de Proyectos), Tomás Olego (especialista en Estadística matemática), Guillermo Bozzoli (Doctor en Economía), Martín Grandes (economista) y demás.

A la hora de realizar el estudio, se trabajó en la variable “Percepción de riesgo” al estar fuera del hogar, para la cual se analizaron determinantes sociales, de salud, geográficos e individuales.

Las cuestiones económicas fueron las que más modificaron la decisión de los encuestados.


Según la variable geográfica, los lugares con menor percepción de riesgo fueron Corrientes, Ciudad de Buenos Aires (CABA) y La Pampa, mientras que donde más se percibió fue en Tucumán, la región del Gran Buenos Aires (GBA) y Jujuy. Tanto Río Negro como Neuquén están en la mitad del cuadro.

Por otra parte, en cuanto a la edad, lo que se dedujo es que es directamente proporcional a la percepción de riesgo: aumenta cuanta más edad tiene la población.

Las variables de salud son las más importantes en el aumento de la percepción de riesgo. Aquellos que poseen una enfermedad previa (que a su vez implica una mayor tasa de mortalidad por Covid-19), tienen una mayor visión del riesgo. En cuanto al género, las mujeres perciben un mayor riesgo.

Respecto a los hábitos saludables, hay una mayor percepción de riesgo de quienes llevan una vida más “sana”: es decir, quienes dicen llevar a cabo chequeos clínicos periódicos, no se automedican y realizan una alimentación saludable, son quienes hacen mayor valoración del riesgo de contagiarse.


La necesidad de salir de la casa para trabajar, hacer ejercicio, pasear, visitar a la familia, amigos o pareja traen aparejada una disminución en la percepción de riesgo.

El tema económico se ubicó rápidamente en un punto alto y creciente, por lo que quien tuvieron esa necesidad la ponderaron en detrimento del riesgo a salir de la casa. El porcentaje de personas que necesitó salir a trabajar en Córdoba y Santa Fe, fue constante desde el comienzo; en CABA se mantuvo estable a partir de junio; mientras que en el GBA y otras provincias se fue incrementando paulatinamente.

Esto demuestra que para mantener el aislamiento a lo largo del tiempo es necesario atender a una planificación integral que incluya de manera central las necesidades económicas.

En muchos casos, la necesidad de “salir a hacer ejercicio” se adaptó a la situación de los contagios, fue más maleable.


Por otra parte, la necesidad de salir a hacer ejercicio o a visitar a terceros fue variando de acuerdo a la situación sanitaria y esto se vio en todas las regiones. Es decir, las necesidades psicológicas y sociales fueron más maleables y volátiles a la hora de transitar estos meses.

En cuanto a la forma en que el individuo conceptualiza la cuarentena y sus medidas, tiene una fuerte relación con el riesgo que percibe al estar afuera de su hogar. Así, de acuerdo al estudio. a menor percepción de riesgo, la medida se consideró más autoritaria, y al revés, a una mayor percepción de riesgo, la cuarentena fue ponderada en función de “cuidarme”, “cuidar a las personas que quiero” o “cuidar la salud de los ciudadanos”.


¿Qué opinan de la cuarentena?



 De acuerdo al estudio, la cuarentena fue entendida como “autoritaria e innecesaria” por entre un 5.4% y un 9.7% de los encuestados, comenzando en la primera etapa con apenas un 5%. En un efecto similar a las variables de salud.

 Las formas de comunicación son una variable central a tener en cuenta. A la hora de elaborar una campaña es necesario exponer la cuestión como un problema de salud, lo que evita la cristalización de consignas a favor y en contra.

 A partir de campañas de concientización se permean actitudes individuales con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio, y evitar prácticas que incidan en potenciales rebrotes. Es necesario identificar dos grandes grupos de interés y lograr transmitir que la enfermedad no distingue en relación a los recursos económicos de las personas.


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