¿Cómo se escribe el nombre del más famoso de los bandidos rurales?

Bairoleto vs. Vairoleto

¿Se apellidaba Vairoleto o Bairoleto? ¿Con una o dos t? Es tan enorme su leyenda como confuso su apellido. Sus andanzas han dado lugar a innumerables libros, artículos periodísticos (en este diario también), radionovelas, películas y obras de teatro

Hasta en el afiche de la Policía de La Pampa de julio de 1934 se acompaña su rostro con la leyenda “Captura de Juan Bautista Vairoleto o Bairoletto o Varuletto o Viruletto o Ruiz o Firulete o José Ortega o Marcelino Sánchez o Martín Miranda”, todos estos nombres escondidos en un solo personaje.

El último bandido justiciero para algunos o el delincuente feroz para otros, es mito y realidad. Muchos de los relatos lo muestran como un hombre despiadado. Otros, con gestos de nobleza, presentándose con nombre y apellido a sus interlocutores luego de haber compartido con ellos pacíficas horas.

Fueron los historiadores Hugo Chumbita y Néstor Rubiano, entre otros, quienes más investigaron en documentos históricos, de iglesias, sumarios policiales, expediente judiciales, en archivos, sobre la vida de este personaje inolvidable de la historia argentina.

Chumbita fundamentó con rigor el cambio en la grafía del apellido. Y eso que él mismo antes había escrito otros libros sobre Bairoleto con “b” labial.

El mismo Bairoleto firmaba como Vairoleto a veces. En su partida de defunción aparece su nombre como Bairoleto (ver imagen).

En este semanario “Río Negro”, en las primeras décadas del siglo pasado se relataban en Policiales sus pasos delictivos por la región nombrándolo como Bairoleto. También este diario transcribió el 30 de junio de 1932 una nota publicada en el diario “La Razón” de Buenos Aires con una entrevista al entonces fiscal del Tribunal de Justicia del Territorio de Río Negro, Dr. Oscar Lapalma, hablando del auge del bandolerismo en este territorio y la necesidad de empezar a combatirlo. Allí se refiere a este bandolero “Bairoleto”, con b labial, como “sanguinario y cobarde, con más astucia o más suerte que los otros para eludir la acción policial”.

El caso de Vairoleto es un caso particular. Sus antepasados no son criollos (sino italianos), no es un gaucho, es un hijo de inmigrantes. Una especie de “inmigrante no integrado”, “no asimilado”. Sin embargo este bandido rural leyó un libro que lo fascinó, el “Martín Fierro”, que ganó en un certamen de lectura cuando estaba en tercer grado.

La muerte de su madre a los 37 años hizo que él y sus seis hermanos quedaran desprotegidos. Después de matar a un policía tras un incidente menor siendo muy joven, empezó su carrera como bandolero y estuvo en la clandestinidad dos décadas. Murió en una emboscada en General Alvear, Mendoza, en la madrugada del gélido invierno de 1941. Dice Chumbita: “Fue la viva estampa del gaucho, del héroe furtivo y rebelde que encarna el afán de libertad”.

Ana Alonso

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Ana Alonso