Con distancia, los turistas volvieron al cerro Otto en teleférico

La tradicional excursión sobre las góndolas que trepan la ladera de la montaña en Bariloche se adaptó a las exigencias de la pandemia y la respuesta fue inmediata. Con capacidad acotada, los pasajeros transportados cayeron drásticamente.

Diez meses después de permanecer cerrado por la pandemia de coronavirus, este lunes reabrió el Teleférico cerro Otto en Bariloche. Las dos primeras jornadas debieron adelantar el horario de cierre por la cantidad de visitantes.

La respuesta de los turistas fue inmediata y sorprendió a los trabajadores del complejo. Durante los primeros días, la playa de estacionamiento estuvo llena.

De todos modos, se trabaja con capacidad reducida de acuerdo a los protocolos de funcionamiento. Tanto el lunes como el martes, se trasladaron alrededor de 350 personas por día cuando en temporada de invierno, el promedio es de 2.000 visitantes y de 1.500 en un “día pico en verano”. “Algo impensable en esta nueva normalidad”, reconocieron desde el complejo turístico.

Roxana Arazi, responsable de Comunicación del Teleférico Cerro Otto, contó que “en las góndolas viajan grupos de convivientes o las personas que viajan juntas. Quienes están solos, suben solos. Se sanitizan cuando suben y cuando bajan. En la confitería también hay protocolo de aforo y funciona al 50% de la capacidad”.

Largas colas ayer para ascender al Otto en teleférico desde la base en el kilómetro 5 de Bariloche.

Recalcó que por lo general, el público es respetuoso de las medidas y acata el uso del barbijo y el distanciamiento social. “Ayer, en el ingreso había una larga fila con distanciamiento. Si no se genera por motus propio, tenemos personal para garantizarlo”, advirtió.

La mayoría de los visitantes son familias de Buenos Aires y otros puntos del país. Pero el complejo también recibió la visita de muchos barilochenses. “Las consultas de los residentes fueron constantes durante todo el año. Como hay una tarifa especial, vinieron ni bien abrimos”, explicaron.

El Teleférico Cerro Otto cerró un día antes de la disposición de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) a nivel nacional y recién abrió sus puertas el 4 de diciembre para poner en marcha una prueba piloto durante 8 días. La idea fue evaluar el funcionamiento de los protocolos y el comportamiento de los turistas.

Desde el complejo turístico resaltaron que “gracias a las políticas del director ejecutivo, Oscar Borrelli, y el consejo de administración de la Fundación Furman pese al cierre durante tanto tiempo, se sostuvieron la totalidad de las fuentes de trabajo durante 10 meses”.

El funicular es una especie de vagón de tren en altura desde donde se logran vistas panorámicas de Bariloche.

La visita al cerro habilita múltiples paseos. Desde la confitería giratoria, se accede a la terraza, a los decks panorámicos y a la galería de arte. También es posible realizar caminatas por distintos senderos de la montaña, gratuitas y guiadas. Los visitantes pueden acceder a las pistas de Otto Kart, con grandes inflables para deslizarse por la montaña de manera individual. Y a través del Funicular de la Cumbre, los turistas pueden trasladarse desde el final del recorrido de las pistas de trineos hasta la largada nuevamente.

El horario es de 10 a 16.30 para el ascenso y hasta las 17.45 para el descenso aunque está sujeto a la demanda. En la página web del teleférico, el ícono “Medios” se actualiza permanentemente.

La tarifa para el barilochense es de 500 pesos, igual que el verano pasado. Los menores de 5 años ascienden sin cargo. Para los turistas, el aumento alcanzó el 10%. El valor del ascenso en las góndolas es de 1.000 pesos para mayores, 500 pesos para los menores entre 6 y 12 años, y 600 pesos para los mayores de 65 años.


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