Pese al frío y la lluvia abrazaron al río Negro y juntaron basura en Cipolletti
Estaba prevista la participación de artistas pero el clima canceló esa posibilidad. Muchas personas fueron, abrazaron al río, y de paso limpiaron sus costas.
La lluvia complicó al plan de un «abrazo al río» en Cipolletti. Estaba prevista la participación de artistas pero el clima canceló toda chance de un espectáculo musical en la Isla Jordán. Sin embargo muchas personas fueron, abrazaron al río, y de paso limpiaron sus costas.
Miembros del gremio docente Unter, de la Asamblea Socio Ambiental de Cipolletti y de los Scout locales se acercaron a la costa del río Negro, y armados de bolsas de consorcio rastrillaron la ribera, en la Isla Jordán.
La iniciativa estaba motivada para generar consciencia sobre la crítica situación ambiental por la que atraviesa el río Negro, y los riesgos potenciales que enfrenta.
Se trataba de un reclamo a las autoridades para que tomen cartas en el asunto, con la intención de que «vuelva a ser lo que era hace unos años, cuando aún podíamos bañarnos y beber de sus aguas», dijeron desde la seccional cipoleña de Unter.
«Descarga de aguas servidas, polución derivada de las industrias extractivistas y de los agrotóxicos, y el efecto de los emprendimientos inmobiliarios figuran entre los factores que vuelven preocupante el presente del río», publicaron desde el gremio docente.
Un tema que preocupa y que incluye a toda la población es que mucha basura termina en el cause y se extiende por las costas navegando todo el Alto Valle.
«Botellas plásticas, pañales, nailon, alambre, zapatos, ropa, latas de aluminio, papeles, telgopor, y hasta botellas con aceite para motores fue lo que recolectaron cerca de 30 personas que se acercaron bajo la lluvia y el frío para limpiar el río.
«Está muy crecido y se llevó con él muchos residuos. Hicimos lo que pudimos pero quedo muchísima basura. En ese sector no hay cestos ni contenedores, tampoco hay servicio de recolección», relató uno de los solidarios que trabajó durante el sábado.
Cerca de 20 bolsas de consorcio fue lo que lograron juntar a pesar de las condiciones climáticas que complicaron la jornada. Todo fue trasladado hacia la ciudad en sus autos particulares para desecharlo en lugares seguros.
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