Cooperación de asistencia técnico-agrícola del INTA

A través del Convenio de Cooperación Técnica firmado por el INTA con el Ministerio de Desarrollo Territorial de Neuquén, a través de la Entidad de Programación de Desarrollo Agropecuario (EPDA) y Prosap, se instrumentó un sistema de transferencia de tecnología para el uso racional del recurso hídrico. Mediante la puesta en práctica, por parte de los productores beneficiarios, de modalidades y métodos de riego y drenaje, se busca asegurar la perdurabilidad de las actividades agrícolas de la localidad y el aumento de la cantidad y de la calidad de los productos cosechados.

En abril de este año comenzaron los encuentros orientados a la articulación interna del equipo de trabajo INTA con la Entidad de Programación del Desarrollo Agropecuario Provincial, con el trabajo en la capacitación de productores y profesionales considerados decisores; así como también encargados, capataces y operarios, que llevan la gestión de las tareas agrícolas y/o las realizan.

Las capacitaciones se iniciaron con jornadas teórico-prácticas en establecimientos frutícolas de la localidad y los conceptos transferidos se aplicaron inmediatamente en la práctica cultural de cada época.

La temática de formación, en parte ya ejecutada, abordó la poda y conducción en el reposo invernal, polinización y elección de colmenas para el momento de floración primaveral, adversidades climáticas y pronóstico del tiempo para el momento de peligro de heladas tardías, sanidad del huerto frutal para inicio de primavera, ajuste manual de carga frutal coincidiendo con esta práctica, fertilización a mediados de primavera, índices y parámetros para la cosecha de las distintas variedades e higiene en cosecha y elección de plantas y plantación para otoño del 2015.

El ciclo de capacitaciones se inició en mayo con cuatro jornadas teórico-prácticas de “Poda y conducción en frutales de pepita”, “Poda y conducción en frutales de carozo”, “Poda en cerezos y vid para vinificar” y “Seguridad en poda, con manejo seguro de escalera y herramientas filosas en reposo invernal”.

Previo al desarrollo de las jornadas se realizó un relevamiento de establecimientos frutícolas para identificar y seleccionar parcelas que contaran con la mayor diversidad de modelos de conducción, desde los más antiguos o tradicionales a los más modernos, de alta densidad. Las recorridas a campo en los meses de mayo y junio previeron la visita a parcelas demostrativas elegidas para implementar prácticas mejoradoras del manejo de riego y drenaje.

En septiembre se dictaron dos jornadas de capacitación sobre “Sanidad en frutales”, enfocada a profundizar en la eficiencia de la aplicación de estrategias de control de la carpocapsa, así como también entender la biología y control de plagas secundarias a cargo de la Dra. Liliana Cichón y otra sobre “Pronóstico y Adversidades Climáticas en Fruticultura”.

Con el objetivo de adquirir conocimientos sobre la interpretación de pronósticos climáticos de mediano y corto plazos, se hicieron presentes la Lic. Griselda Ostertag y Fernando Frasetto, de la AIC. Se consideró también la medición a campo de temperaturas mínimas críticas, que producen daño sobre frutales en distintos momentos fenológicos y la operación de sistemas de riego por aspersión para la defensa contra heladas primaverales en frutales.

En octubre, en una jornada teórico práctica de suelos en chacras de San Patricio del Chañar, productores y encargados de establecimientos recibieron una charla a cargo de la Ing. Agr. Rosa de Lima Holzmann sobre características físicas y químicas de los suelos y propuestas de manejo para cuidar e incrementar los niveles de materia orgánica. En la misma se contó con calicatas para observar y evaluar dos condiciones de suelo diferentes (uno con drenaje imposibilitado y napa freática a 70 cm con muerte de plantas, y otro con drenaje agrícola y un perfil de más de un metro libre de napa freática). En los dos establecimientos frutícolas visitados (Establecimiento FUJI de Nicolás Matsui y Sileno de Luis Molina), los productores implementan prácticas de conservación de suelos desde hace tres años, que incluyen el abovedamiento y coberturas verdes permanentes en los interfilares, la supresión del uso de rastra de discos y la inclusión de cincel, escarificador y subsolador para reducir la compactación del suelo.

A fines de octubre se abordó el ajuste de carga, raleo manual. Entendiendo que la práctica de raleo permite ajustar la cantidad de frutas a la real capacidad productiva del árbol, que es determinante de la calidad final de los frutos a cosechar y permite obtener rendimientos sostenidos en las sucesivas temporadas productivas. Los Ing. agr. Mariela Curetti (INTA -EEA Alto Valle) y Lic. Hugo Álvarez (cátedra de Fruticultura de la Facultad de Ciencias Agrarias UNC) expusieron conocimientos sobre el raleo químico que se complementa con el manual, entendiendo que juntos permiten mejorar parámetros de calidad de la fruta como tamaño y color e incrementar la eficiencia en la cosecha.

(EEA Alto Valle -CRPN INTA)


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