Crisis cambiaria: las clases del Gobierno sobre como ahorrar en pesos
Abraham Lincoln decía que se puede mentir a pocos mucho tiempo, se puede mentir a muchos poco tiempo, pero lo que no se puede es mentir a todos todo el tiempo, sobre todo si el engaño tiene como destinatarios a los mismos que han sido defraudados una y otra vez.
Es sin dudas el caso que hoy exhibe Argentina en relación con su tipo de cambio. Los funcionarios del Gobierno Nacional intentan por todos los medios comunicar a la sociedad argentina que mantengan en su poder los pesos. Que les conviene y que es lo que hoy necesita el país para poder consolidar su crecimiento. Para persuadirlos, con sus dichos llegaron a comparar a aquellos que compran dólares para atesoramiento -en el mercado marginal porque ya no quedan otros medios para acceder a la divisa- con algo tan oscuro como son los narcos o los traficantes de armas.
Pero lo insólito es que, esos mismos funcionarios, que con tono castrense exigen a la sociedad que se pesifique, tienen la mayoría de sus ahorros dolarizados según reflejan sus declaraciones juradas de impuestos.
Este fin de semana el ministro Martín Guzmán otorgó un reportaje televisivo en el que hablo de las bondades de tener una economía pesificada y la necesidad de que la sociedad entienda que hay que ahorrar en moneda local. La charla fue muy cordial hasta que la periodista Cristina Pérez (Telefe) lo interrumpió señalando: “Está invitando a la gente a ahorrar en pesos, pero ni siquiera usted tiene sus propios ahorros en pesos porque los tiene en dólares. ¿Cómo se puede transmitir ese mensaje cuando la gente solo busca cuidar el dinero que tiene que está siendo afectado por la inflación?». Con su cara desencajada, el profesor de Columbia no supo como salir de ese brete en forma inmediata. Tras una pausa aseveró: Viví 12 años en los Estados Unidos y la declaración jurada que he presentado corresponde a ese periodo, cuando tenía mis ingresos en dólares. Esa es la realidad”.
Pero la periodista lejos de dejar el tema ahí; avanzó: “¿Va a vender a los dólares para pasarlos a pesos?” a lo que el ministro contestó: “Esa es una decisión distinta y personal, que uno no va a discutir en público”, intentando poner fin así al debate.
Esta es nuestra realidad, que lamentablemente siempre choca de frente con el relato. ¿Quién pude ahorrar en una moneda que en las últimas décadas le sacaron más de 30 ceros? Ni siquiera el ministro Guzmán se puede arriesgar a tanto.
Pero esto no es solo potestad del titular de la cartera económica. La mayor parte de los ministros tienen parte de su patrimonio en dólares. Los millones de la vicepresidenta Cristina Fernández -como abogada exitosa- y los de sus dos hijos, el diputado Máximo y Florencia, también lo están. En el actual escenario que vive el país es lógico que así sea. Son décadas de inflación que viene soportando la sociedad.
Nadie quiere entregar sus dólares. Ni siquiera aquellos que pregonan con sus discursos que hay que hacerlo. No es un problema político ni ideológico. Sencillamente es un problema de confianza producto, como refleja nuestra joven historia, de que no se puede mentir a todos todo el tiempo.
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