Cuando la pelota se mancha: arbitrajes sospechosos en Argentina

El caso Barracas-Belgrano por la Primera Nacional volvió a destapar la olla.

Una de las frases más famosas de Diego Armando Maradona fue ‘‘el fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo. Porque se equivoque uno no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha’’.

La muerte de Diego hace casi un mes dejó esas palabras, y otras tantas, como una de las referencias más importantes en la historia del deporte.
Sin embargo, en lenguaje maradoniano, en el fútbol argentino la pelota está tan manchada que parece un dálmata.

Que el deporte popular sea un negocio no es novedad. Si algo quedó demostrado con la pandemia es el impacto que tiene para muchas familias que viven de los ingresos que la industria genera.

Pero para sostener eso es preciso que se conserve la deportividad, algo que desde siempre se ve vulnerado pero no por eso debe ser pasado por alto.
El último caso, que expuso nuevamente arbitrajes ‘‘sospechosos’’ (cómo mínimo), fue el de Barracas Central-Belgrano por la Primera Nacional.

Prácticas que se han visto en todos los tiempos con algunos clubes pero que en este caso involucran a la institución de la que salió Claudio Tapia, presidente de AFA, quien aún tiene vínculo directo con la misma.

En el equipo que ganó 1 a 0 sobre la hora con un gol en posición adelantada, Tapia tiene a un hijo como presidente (Matías) y a otro como jugador (Iván).

Pero la cuestión involucra a Tapia y lo excede al mismo tiempo. La existencia de algunos ascensos digitados son vox pópuli en el fútbol argentino desde hace años.

Se trata de buenos equipos que tienen recursos para armar esos planteles, pero también cuentan con un margen arbitral que, además de otorgar penales y goles en posición adelantada, predispone muy mal a los conjuntos visitantes.

A Belgrano le echaron dos jugadores en el último tramo del partido y el desenlace se veía venir. Las protestas ampulosas y ya clásicas de Caruso Lombardi le dieron el tinte del ascenso que le faltaba a la tarde.
Pero este no es un hecho aislado. Ha pasado muchas veces con equipos de determinadas provincias que tienen peso político o en AFA (o ambos).
Lo ocurrido en perjuicio de Belgrano fue tan grave y notorio que el presidente de Talleres, Andrés Fassi, declaró ‘’Es muy triste lo que pasa, que sucedan este tipo de cosas. Por supuesto que tenemos que solidarizarnos con las instituciones de Córdoba, con los que hacen bien las cosas’’.

El presidente de Belgrano, Jorge Franceschi, reclamó: “Solamente Talleres llamó por solidaridad. Ningún otro dirigente de Buenos Aires ni de otro lugar del país se contactó conmigo’’.

Básicamente, hay partidos que arrancan y ya se sabe quién va a ganar. Hay torneos que comienzan, y no hay que ser brujo para saber quién asciende. Y la explicación no pasa por si tiene buen o mal equipo, el punto es que esos clubes de local ganan casi siempre y de visitante no pierden casi nunca.

El silencio cómplice es la única respuesta de la mayoría de los dirigentes. Tapia, cuya gestión en AFA ha tenido más buenas que malas , construyó poder en base a la unidad. Aquella que le permitió enfrentar a casi todo el fútbol argentino contra Boca y River.

Cabe recordar que hubo conflicto entre los dos clubes más grandes y el resto de los dirigentes por el dinero de los derechos de TV.

En el mismo sentido, poco ocurre en lo concreto. Amparados en que no se puede comprobar ningún arreglo, la casta dirigencial respalda con su silencio estos fallos arbitrales que no hacen más que destruir la poca deportividad que le queda al negocio.

Para cuidar la industria y que la misma perdure en el tiempo, es necesario hacer un producto serio y es justamente todo lo contrario a lo que pasa.
Pero la realidad es transversal y excede a la disciplina. En Argentina el fútbol es mucho más que un deporte, se trata de un fenómeno cultural que interpreta como pocos la idiosincrasia nacional. Con todo lo bueno y todo lo malo que eso tiene.

Así como hay prácticas repudiables desde lo macro a lo micro en la sociedad, la actividad tiene sus lugares sucios. Y parece que seguirán contaminados, porque los que deberían limpiar el fútbol son los que generan el barro que mancha la pelota.

Así fue el caso Barracas-Belgrano

Una semana antes del partido entre Belgrano y Barracas, Caruso Lombardi había advertido sobre el árbitro Nelson Sosa. Según el DT, el juez ya había ayudado a Barracas en otras ocasiones. Es un árbitro del Federal A que fue ascendido este año.

En el primer tiempo hubo muchos amonestados y en el entretiempo los jugadores de la visita no querían salir a la cancha argumentando que sabían lo que el árbitro estaba haciendo.

La tribuna que estaba detrás del banco visitante tenía público cuando no está permitido.

En el complemento, la primera roja a Joaquín Novillo por una falta sobre Iván Tapia, hijo del Chiqui, derivó en una segunda expulsión por protesta de Franco Negri y posteriormente de Caruso en el mismo contexto.
En el minuto 49’ llegó el tanto en una jugada que debió ser anulada por fuera de juego y, tras el pitazo final, el escándalo aumentó.
Un grupo de personas, que supuestamente era personal de limpieza, agredió a jugadores visitantes en la boca del túnel.

Barracas denunció a Belgrano por haber destrozado el vestuario y mostró un video para evidenciarlo. Sin embargo, los jugadores del Pirata negaron esa versión porque dicen no haber pasado por el lugar luego del partido.

De la debacle de River a ser dirigente del club de Tapia

Diego Turnes fue dirigente de River en la gestión de Daniel Passarella y hoy es vice de Barracas. Estuvo investigado por los problemas económicos que padeció el club en esos tiempos y a posterior, pero la acusación más grave que tiene es la de haber liberado la zona para que la barra de River amenazara al árbitro Sergio Pezzotta en la promoción contra Belgrano en 2011.

Turnes.

“Cuando todo esto se producía se me vino el recuerdo. Y veo la cara de Turnes, el mismo vice que había estado junto con esas personas en la zona liberada. Y todos los problemas posteriores que tuvo River y que por suerte depuró a estos personajes. Lo vi en la cancha y vi que es vicepresidente de Barracas”, declaró Jorge Franceschi, presidente del club cordobés.

Detalle no menor: Sosa no solo no fue parado sino que además va a dirigir hoy un partido importante entre Sarmiento de Junín y San Martín de Tucumán.


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