Es de Neuquén, convirtió el dolor en baile y representará a Argentina en un mundial
Nacido en un barrio de Neuquén, Sebastián Solís encontró en el freestyle un refugio y hoy lleva su danza hasta Los Ángeles, donde competirá a nivel internacional.
Mortem creció en un barrio de Neuquén donde las calles eran su escenario y el ruido de la vida era su música. De chico descubrió que bailar podía ser algo más que un juego: una manera de distraerse y canalizar todo lo que pasaba a su alrededor. Hoy, a los 33 años, vive de la danza y está a punto de viajar a Los Ángeles para representar a la Argentina en el Red Bull Dance Your Style, uno de los mundiales de freestyle dance más importantes del mundo.
Su nombre artístico, “Mortem”, no fue elegido al azar: significa “muerte” en latín y está ligado a la historia que lo marcó desde chico. Sebastián Solís relató que su vida estuvo marcada por muchas perdidas: «Cuando era chico presencié varias muertes. Cuando murió mi tío, que era como un referente para mí, no me tiró para atrás: me empujó hacia adelante«, explicó.
Durante sus primeros años recuerda que su abuela fue quien le transmitió esa pasión por el baile. «Ella bailaba salsa y rock and roll, le encantaba», contó. Así, juntos, pasaban los días bailando en la cocina.
Mortem bailó hasta los 12. «Me cargaban o se burlaban de mí. Deje de hacerlo», dijo. Así se metió en la movida del skate neuquino. «Mis amigos escuchaban punk rock, metal. Esas canciones me hicieron llegar al rap», relató.
A los 17 le dio otra oportunidad a la danza con la complicidad de su hermana Dana. “Con ella veíamos películas, publicidades, videos en internet», contó. En ese momento fue cuando conoció a un personaje que lo metió en el mundo del freestyle. «Fue a vivir conmigo porque andaba con algunos problemas y fue mi hermana la que le contó que bailaba. Yo no le quería decir a nadie, me daba vergüenza, pero ahora se lo agradezco».
El gran salto llegó cuando se animó a ir a las plazas, donde se armaban encuentros de freestyle. “La primera vez que fui me hicieron competir. Yo estaba con pasos copiados, pero me quedé sin y tuve que improvisar», relató el neuquino. Allí se dio cuenta de que era lo suyo.
Mortem encontró su forma de bailar. Su sello es la intensidad, la capacidad de transmitir atmósferas cargadas de recuerdos y emociones. “Algunos piensan que es muy oscuro, pero nada más lejos: yo transformó todo lo que me pasó bailando”, explicó.
Con el tiempo, ese estilo lo llevó a destacarse. No fue de un día para otro. “Siempre me la rebusqué. Sí quería estar en una competencia, tenía que juntar la plata”, contó el bailarín.
Mortem empezó a competir, viajar y ganar seguridad en sí mismo. Se mudó a Buenos Aires y realizó entrenamientos con leyendas como «Cachito», y hasta formó su propia crew, donde desarrolló su estilo. Antes de la pandemia alcanzó su momento más activo, ganando competencias.
El bailarín indicó que la cuarentena lo golpeó. Volvió a Neuquén, pero su familia insistió en que se mudara nuevamente a la capital para seguir con su carrera. Lo hizo y comenzó a dar clases, que da hasta el día de hoy, y hasta participó en un video de María Becerra, «Primer Aviso».
La valoración llegó también por parte de su ciudad. En un encuentro de arte urbano que se realizó en Neuquén, el artista fue reconocido por su trayectoria por autoridades de la secretaría de Deportes, Cultura y Gestión Ciudadana del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres.
Luego, en 2025 llegó el reconocimiento grande: se consagró campeón argentino del Red Bull Dance Your Style, la competencia de baile improvisado más grande del mundo. «Fue mucha emoción. Fue permitirme sentir que voy a ganar. Entrené mucho enfocado en la competencia. Cuando caí que había ganado no lo podía creer», expresó.
Ahora se prepara para viajar a Los Ángeles, donde representará a la Argentina en la final mundial que será en octubre y competirá contra otros 59 bailarines de 51 nacionalidades. No lo vive como una presión, sino como un sueño cumplido. Comentó que se quedará todo el mes para participar de más competencias.
“No hay que mirar para atrás y arrepentirse de no haber hecho lo que a uno le gusta«, deja como enseñanza Mortem, el joven que encontró en el baile una forma de expresar su sentir y desde Neuquén hoy se prepara para representar a su país en un mundial.
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