Presentan en Neuquén el libro Tanta Belleza, sobre la muerte digna de Marcelo Diez
Será este 26 de marzo en la Sala Fernández Rego.
Este miércoles en la Sala Fernández Rego, de la ciudad de Neuquén, se presentará el libro Tanta Belleza, de la escritora neuquina Andrea Diez, sobre la muerte digna a partir del caso de su hermano, Marcelo Diez.

Presentación del libro Tanta Belleza
«Tanta belleza: las dos muertes de Marcelo Diez» es el libro en el que Andrea recuerda el 23 de octubre de 1994, cuando su hermano de 30 años, Marcelo, tuvo un accidente con la moto en la Ruta 22. Producto de una infección intrahospitalaria, en 1995, quedó en estado vegetativo permanente.
«Marcelo como todas las personas en estado vegetativo, no puede morir por si misma. Por qué es una lesión cerebral en un cuerpo sano, pero es una enorme paradoja lo que te toca vivir en esas circunstancias, porque la persona ha dejado de ser ella misma, pero está allí, su cuerpo respirando. Entonces decidimos el retiro del soporte vital, que era la alimentación y la hidratación, o como yo misma le contaba a mi hija, ayudarlo a morir, decidimos con Adriana (hermana) ayudarlo a morir a Marcelo», explicó en una entrevista a Diario RÍO NEGRO.

Andrea es periodista. Nació en Neuquén, donde organizó una de las agrupaciones feministas pioneras en la región: «Mujeres por el Derecho a Decidir». Publicó como autora y editora estudios sobre violencia sexual en contexto de conflicto armado interno y empoderamiento de las mujeres populares, en Guatemala y Ecuador.
Bajo el ciclo literario “Gente de Palabra» organizado por la Subsecretaría de Cultura, se presentará Tanta Belleza en la Sala Fernández Rego, Vuelta de Obligado 50, a partir de las 19.30.
Más sobre el libro Tanta Belleza, sobre la muerte digna
Andrea escribió la crónica «Tanta belleza», que comienza el 23 de octubre de 1994, cuando un accidente en la Ruta 22 dejó a su hermano Marcelo en estado vegetativo, hasta el fallo de la Corte que autorizó el retiro del soporte vital, 20 años después.
«Era difícil de entender. Mi hermano estaba vivo, pero Marcelo nunca iba a regresar. No tenía cura, pero tampoco una enfermedad terminal. Era una lesión eterna que no podía revertirse ni tampoco acelerarse«, escribió en esta obra de no ficción, en la que combina su triple condición: protagonista, testigo y narradora.
Cuando en abril de 2009 Adriana hizo el planteo formal en Luncec, lugar en el que estaba internado, recibió la primera de una seguidilla de negativas.
«Este libro me permite explicar lo que efectivamente sucedió. El sentimiento profundo de la rabia ciega, y de la impotencia de no poder protegernos entre nosotros tres en ese momento. Marcelo fue irrespetado, Marcelo fue cosificado, Marcelo fue utilizado por un montón de personas y el mensaje es ese: Marcelo se merecía más respeto«, remarcó Andrea.
El Tribunal Superior de Justicia de Neuquén resolvió en 2013 respaldar el pedido de «muerte digna» de Adriana y Andrea. Los jueces Oscar Massei y Evaldo Moya consideraron que la ley de derechos del paciente aplicaba en este caso, y que debía definirse en el ámbito familiar. El entonces defensor, Ricardo Cancela, apeló.
El 7 de julio de 2015 un ministro de la Corte le anticipó al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina lo que habían resuelto. Autorizaron el cese del soporte vital (hidratación y alimentación artificial), entendido no como una práctica eutanásica sino «una abstención terapéutica que sí se encuentra permitida». Valoraron la expresión de voluntad que él había hecho y que Adriana atesoraba en su memoria.
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