“Sentido existencial”: un libro que propone una mirada distinta sobre la finitud de la vida como vía para resignificar el presente
Alejandro Marchesán presentó su nuevo libro en Neuquén, en el que explica cómo enfrentar los desafíos actuales sin perder el eje del ser yo.
El reconocido Master Coach Ontológico, Doctor en Recursos Humanos y licenciado en Ciencias Sociales y Humanidades, entre otras diplomaturas, Alejandro Marchesán, presentó ayer en Neuquén, su quinto libro “Sentido existencial. Crisis, finitud y esperanza”.
La cita fue en el auditorio de la facultad de Turismo de la Universidad Nacional del Comahue, de Buenos Aires 1.400 de la capital. Su libro plantea desde un primer momento la necesidad de volver al ser existencial, sobre todo en tiempos actuales donde las redes sociales, la inmediatez, lo efímero y el individualismo están calando hondo en los seres humanos.
“En el libro, Alejandro sostiene que ahora es tiempo de revisar nuestro sentido existencial, empezar a pensar no ya en qué tenemos o en qué hacemos, sino en para qué tengo lo que tengo y para qué hago lo que hago. Hoy existe una profunda crisis de sentido. La gente trabaja para pagar las cuentas, estudia para tener un título, por ejemplo, pero está tan empujada por el frenesí que se olvida de preguntar qué sentido tiene hacer lo que hago”, explicó Miguel Ángel Suárez, director Ejecutivo del Centro de Entrenamiento Ontológico Profesional (CEOP) Patagonia. Esta escuela fue fundada a nivel nacional por Marchesán quien además, es su director académico.
En su libro y en la charla que dio ayer, Marchesán consideró necesario rescatar la frase “soy lo que elijo ser”.
En ese elegir quien soy, en ese recuperar el sentido existencial, el autor planteó que ese camino debe asumirse con compromiso y responsabilidad. “Debo asumir un compromiso con ese sentir que elijo y hacerlo con la responsabilidad de afrontar los costos y las consecuencias”.
El libro incorpora varias reflexiones sobre otros dos aspectos que están relacionados con el “sentido existencial”. Uno de ellos es el concepto de “finitud”, pero no aplicado al final de la vida, sino que plantea las “finitudes” en la vida.
“Los seres humanos nos creemos infinitos, o al menos no somos del todo conscientes de la finitud”. Aquí se habla de ciclos que terminan, de parejas que se rompen, de trabajos que finalizan. No tener incorporado el concepto amplio de finitud, hace más difícil transitar los duelos, el cierre de ciclos. Hay que encontrarle el sentido a la vida desde la finitud”, es el pensamiento del coaching ontológico.
El tercer aspecto que se aborda es “la esperanza”, pero no la esperanza de los que esperan, sino la esperanza de los que hacen. Es decir, desarrollar la capacidad de ponerse al hombro los cambios, tener la finitud como una certeza ineludible, “porque es lo que nos confronta con la culminación de ciclos, incluyendo la propia vida; mientras que la esperanza, frágil pero imprescindible, es el motor que nos impulsa a seguir adelante en medio de la incertidumbre”.
“Este libro es un llamado a detenernos, repensarnos y trascender los desafíos de nuestra era”, confirmó su anfitrión.
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