Teatro | Estrena «Nadadora de fondo», en Deriva Teatro de Neuquén
Laura Raiteri protagoniza esta obra de su autoría, que estrena este sábado en Deriva Teatro de Neuquén. Inspirada en la beata chilena Laura Vicuña, la actriz y dramaturga roquense imagina otra Laura Vicuña, una exnadadora de fondo.
Laura Vicuña, una exnadadora fondista de 45 años, ahora instructora de natación. Sus alumnos la eligen para aprender técnica, ella lo sabe. Y eso, también lo sabe, la vuelve especial, única. Pero los recuerdos la asaltan y le es imposible hablar de lo único que ella cree que sabe. Laura Vicuña define a la pileta como su territorio: si sale, se pierde. Es que las nadadoras de fondo pasan tantas horas nadando, que cuando salen todo se vuelve un tormento, piensa ella.
Pero hay otra Laura Vicuña: Laura del Carmen Vicuña Pino. Nacida en Santiago de Chile, en 1891, las circunstancias de su muerte y su compromiso con la fe católica, le valieron la beatificación en 1988. Murió en Junín de los Andes en 1904. Tenía apenas 13 años.
Ambas, de algún modo, protagonizan “Nadadora de fondo”, la obra escrita y actuada por Laura Raiteri, con dirección y puesta en escena de Verónica Martínez Durán. La función de estreno es este sábado, a las 21.30, en Deriva Teatro (Sarmiento 809, Neuquén).
Historia de una dramaturgia
“‘Nadadora de fondo’ es un texto que surgió en un taller de dramaturgia con Ignacio Apolo”, le cuenta Laura Raiteri a Diario RÍO NEGRO. “Después de mucho tiempo de trabajo ( porque escribir teatro es una tarea hermosa, pero compleja) logré encontrar la historia, el conflicto, el final”.
Después decidió compartir la obra con amigas y amigos lectores y escritores y comenzó el proceso de corrección de la mano de Luis Sáez, quien además de ser un dramaturgo que admira fue su primer profesor de dramaturgia en La universidad de Madres de Plaza de Mayo, junto con Mauricio Kartun. “La experiencia de intercambio con Luis fue de mucho aprendizaje, fundamental para decidir ponerle el cuerpo a Laura Vicuña”.

Hace unos dos años, Raiteri ganó una beca del Fondo Nacional de las Artes para estudiar dramaturgia con Luis Cano ( uno de sus escritores favoritos, dice ella). “A partir de esa experiencia tan hermosa, no dejé de escribir nunca más”.
En junio del año pasado , junto al grupo de teatro independiente Águilamora Escénica de Neuquén Capital, Laura Raiteri se embarcó en armar un proyecto para presentar ante el Instituto nacional de Teatro. El proyecto fue seleccionado y recibió un subsidio para producir este trabajo. “Águilamora son Verónica Martínez Duran y Verónica Cardoso, grupo que cuenta con más de diez años de trayectoria. Junto a ellas, y en la increíble sala Deriva , montamos este trabajo que se estrena este fin de semana”, remarca la actriz roquense.
“Todas las mujeres se llamaban Laura”
Laura Vicuña, la nadadora, se llama igual que Laura Vicuña, la santa chilena. “Al parecer no habría ninguna similitud entre ellas, salvo el nombre, la coincidencia del nombre, ya que esta obra transcurre en los años 90, donde todas eran Laura, según el personaje”.
Todas las mujeres se llamaban Laura y eso es lo que ella cree, ya que es hija de madre y padres ateos. Si bien tuvo un acercamiento a Laura Vicuña porque tenía una tía que le hablaba de Laurita Vicuña y le enseñó a rezarle, es solo eso por ahora. Pero, en el transcurso de la obra, ella se va dando cuenta que hay muchas cosas que son parecidas. “Una entregó la vida para que su madre se salve y la otra entregaba su vida para que su entrenador la mire”, revela Raiteri.

¿Por qué vincular ambas Lauras? “Porque me fascina la teatralidad que encuentro en lo que tiene vinculación con lo religioso. Más con la religión católica que fue mí formación desde pequeña. Mí tía Clara me hablaba de Laurita Vicuña, me había regalado una estampita . Siempre estuvo cerca mío esa imagen”, revela Raiteri. “Además, somos tocayas”.
Yo escribí esta obra para mí, para actuarla yo. Y partí desde lo que conocía, yo también fui nadadora en mi adolescencia, una nadadora sencilla de pueblo”.
Laura Raiteri
Pero hay algo que más que aquellas coincidencias. “Cuando empecé a escribir Nadadora de fondo me vino su universo. Ella murió en la adolescencia, entregó su vida para que su mamá se salve de un hombre que la acosaba. La entrega, el sacrificio en eso se encuentran estos dos seres que se llaman igual. Una entrega su vida a Dios… La otra Laura entrega su vida en cada entrenamiento para mejorar, para bajar los tiempos, para ganar”.
Parte de la religión
Había como una especie de entrega permanente de las dos y Laura Vicuña, la nadadora, se da cuenta de eso en el transcurso de la obra. “No es casual que yo haya elegido a Laura Vicuña. Te contaba antes que tengo como esa formación religiosa impuesta, que a la vez me parece súper atractiva, y creo que en casi todas mis obras hablo de algo que tenga que ver con la religión católica, pero porque es mi formación desde la infancia, entonces hay mucho mundo ahí”.
“No es casual que yo haya elegido a Laura Vicuña. Yo tengo como esa formación religiosa impuesta, que a la vez me parece súper atractiva, y creo que en casi todas mis obras hablo de algo que tenga que ver con la religión católica, pero porque es mi formación desde la infancia, entonces hay mucho mundo ahí”.
Laura Raiteri
Pero Laura Vicuña, la nadadora, por ejemplo, dice en muchos momentos ‘yo no creía en Dios, no rezaba, no hacía esto, no hacía lo otro’, revela Laura, la actriz. “Es como que a ella la va sorprendiendo esa otra cosa que se empieza a meter en su camino cuando ella se da cuenta que las dos hicieron lo mismo en la adolescencia, que entregaron su vida, entregaron su cuerpo, se entregaron de distintas maneras, pero que en ese punto se parecen”.

Raiteri vuelve a una de las Lauras, la beata chilena: “Yo elegí a Laura Vicuña porque la conocía, porque había estado cerca de mi infancia y de mi juventud, pero también por su cuestión patagónica. Ella, si bien nació en Chile, después vivió en Junín de los Andes, y hay una Laura Vicuña que es la más conocida, la foto de ella es gringa, y es la Laura Vicuña de la Iglesia Católica, y la verdadera Laura Vicuña era mapu, tenía otros rasgos, entonces de eso yo hablo en la obra”.
Respecto del personaje, así la describe su creadora: “Yo escribí esta obra para mí, para actuarla yo. Y partí desde lo que conocía, yo también fui nadadora en mi adolescencia, una nadadora sencilla de pueblo. Pero mi vida como nadadora no se parece nada a la de Laura Vicuña, a la nadadora de esta obra, sino utilicé lo que sabía yo de la natación, utilicé la técnica para escribirla. Porque ella lo que está dando es una clase magistral de técnica de Kroll. Entonces utilicé eso como lo que yo conocía, y después me fui adentrando en el mundo de este personaje que tiene que ver con esto de la similitud con Laura Vicuña, la santa, con lo que les pasa en la adolescencia, que las dos entregan algo, el sacrificio, el abuso de parte de un hombre, que en este caso en la santa tiene que ver con el marido de la madre, en el caso de la nadadora tiene que ver con su entrenador”.
Apuntes de la puesta en escena
Sobre la puesta, que estuvo a cargo de Verónica Martínez Durán, dice Raiteri: “Es una puesta muy interesante con objetos creados exclusivamente para la obra por Julieta Tabbush, Gastón Fernández y Martín Fernández. Decisiones muy inteligentes desde la dirección para lograr el ambiente que deseábamos”.
“La puesta en escena busca realzar en primer lugar al personaje femenino por sobre todo lo que la rodea”, destaca Martínez Durán. “Ella es a la vez poderosa y vulnerable y la puesta nos sumerge en el universo de Laura, una ex nadadora de fondo. La primer decisión que tomé, fue poner al público como destinatario de sus clases de técnica, clases que son atravesadas por sus recuerdos, decepciones y esfuerzos. Laura les enseña la brazada, la patada y la salida, la verdadera salida de ese mundo competitivo y despiadado donde estar a flote no es suficiente”.
«Nadadora de fondo»: ficha técnica y función
Actriz: Laura Raiteri
Asistente de dirección: Verónica Cardoso
Diseño de iluminación A y P
Vestuario: Estiven Quito
Realización de objetos : Martín Fernández, Julieta Tabbush y Gastón Fernández
Musica original: Marcelo Chorus
Fotografía: Mariela Silva y Germán Raiteri
Puesta en escena y dirección: Verónica Martinez Durán
Estreno: sábado, a las 21.30, en Deriva Teatro (Sarmiento 809, Neuquén)
Reservas : 2995127497
Entradas anticipadas: $12000 General: $14.000
Laura Vicuña, una exnadadora fondista de 45 años, ahora instructora de natación. Sus alumnos la eligen para aprender técnica, ella lo sabe. Y eso, también lo sabe, la vuelve especial, única. Pero los recuerdos la asaltan y le es imposible hablar de lo único que ella cree que sabe. Laura Vicuña define a la pileta como su territorio: si sale, se pierde. Es que las nadadoras de fondo pasan tantas horas nadando, que cuando salen todo se vuelve un tormento, piensa ella.
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