De fiesta en fiesta

la peña

jorge Vergara jvergara@rionegro.com.ar

Miles y miles de personas pasaron durante una semana por la fiesta más grande del folclore en el invierno argentino. Un invierno que parece primavera en el norte del país, como si fuera una invitación a participar de una convocatoria que decididamente fue impecable. Hoy se hará el cierre a toda orquesta, con la presencia de Los Nocheros, que no será otra cosa que el broche de oro a una de las mejores ediciones de la Fiesta Nacional del Poncho. Imponente. Así se podría definir lo que fue la Fiesta Nacional del Poncho este año en Catamarca. Y lo fue desde el escenario, pero también desde la muestra artesanal donde 700 expositores de todo el país mostraron lo que saben hacer. Verdaderas maravillas del tejido, arte, capacidad y mucha, pero mucha humildad mostraron las tejedoras y tejedores que estaban a sus anchas en la fiesta que no es otra cosa que el homenaje al poncho. Madera, piedra rodocrosita, metales, vidrio, tejidos de los que se puedan imaginar, conservas, dulces, y mucha historia le pusieron el marco a la fiesta que convocó a miles y miles de visitantes de todo el país. Fue tal la concurrencia que la capacidad hotelera se vio colmada, que los restaurantes resultaron chicos para tanta gente, que el enorme predio se llenó de gente con ganas, muchas ganas de participar de la fiesta. Con ese entorno no podía ser menor lo que se presentaba en el escenario. Y hubo para elegir exponentes del folclore que dejaron lo mejor de ellos para un público que no paró de aplaudir. Jorge Rojas y Los Manseros Santiagueños fueron hasta ayer los preferidos del público, se llevaron lo mejores aplausos, pero hubo para todos porque el desempeño del Dúo Coplanacu fue impecable, lo de Los Tekis fue una verdadera fiesta y Canto Cuatro ratificó que está para las grandes fiestas, con solidez, con entrega y con buena música y canto. Los Quircos, jóvenes catamarqueños en alza, fueron tal vez de los más aplaudidos junto a la local Silvia Pacheco. A la hora del baile y de la fiesta Ivotí volvió al Poncho con toda la fuerza después de años. Luciano Pereyra, que lentamente regresa a los festivales del país que lo tuvieron por años como protagonista, se llevó todo el afecto del público joven, que lo recibió con los brazos abiertos. No sorprendió lo del Chaqueño Palavecino, que el miércoles agotó las entradas y junto a Jorge Rojas fueron los de mayor convocatoria en la Fiesta Nacional del Poncho. Néstor Garnica hizo lo que todos admiramos, maravillas con su violín, llenó de magia su espacio. No menos destacado fue el show de Los Diableros de Orán, que pusieron la nota del folclore tradicional y bien salteño. Catamarca se vistió de fiesta en invierno con una convocatoria sobresaliente. Fuera del escenario hubo peñas y carpas donde se pudo escuchar a los grandes exponentes del género y sumó a eso otras fiestas como la de la Empanada y la del Tamal, donde Los Huayras fueron el número central. El grupo salteño, hoy el mayor exponente de los jóvenes del folclore, cantó en el Tamal en la misma Catamarca y se llevó la ovación de una multitud. Catamarca es eso en este tiempo, donde guitarras, bombos, violines y cantores de todas las tallas, confluyen para darle vida a un norte que se codea con la humildad. Podría decirse que julio es tiempo de poncho y de artesanos en el norte de la Argentina, de gente con entrega total para mostrar al país y a Latinoamérica sus mejores logros. Salud por estas fiestas, por la gran demostración de lo que cada pueblo es capaz de hacer y por los sonidos que llenan de música a un pueblo que trabaja, pero que también festeja.


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