De la KGB a desafiar el récord de Stalin

Ex agente del KGB y hombre fuerte desde 1999, Vladimir Putin ya fue presidente entre 2000 y 2008 de Rusia, donde impulsó cambios importantes y podría gobernar hasta 2024, el político con más permanencia en el poder después de Stalin. Putin afirma querer brindar a su país un “desarrollo estable” para que vuelva a tener el nivel de potencia mundial. “Nunca había pensado que un día sería jefe del Estado”, declaró Putin. “Pero me gustaría que cuando acabe mi tarea, la Rusia de hoy sea un edificio sólido”, agregó. Putin se convirtió en el símbolo del regreso de Rusia a la estabilidad tras el caos de los años posteriores a la disolución de la Unión Soviética (URSS) y el fin del comunismo. Cuando en agosto de 1999 fue nombrado primer ministro por el presidente Boris Yeltsin, desacreditado y arruinado por el alcohol, Rusia era un país empobrecido y debilitado por la crisis financiera de 1998. Los años Putin son los del retorno al primer plano de las “estructuras de fuerza” (servicios secretos, la policía y el ejército) que él mismo dirigía cuando fue escogido en 1999 por Boris Yeltsin para sucederle. Putin nació en San Petersburgo (ex Leningrado), el 7 de octubre de 1952, en una familia obrera. Estudió derecho y se casó con una ex azafata, Lyudmila, con quien tuvo dos hijas. Ingresó en el contraespionaje a los 23 años. Luego pasó a los servicios de inteligencia exterior y en 1985 partió hacia Alemania del Este, por 5 años. En agosto de 1991 renunció al KGB, en pleno golpe de Estado contra el presidente Mijail Gorbachov, sin abandonar su afiliación comunista. Cuando Yeltsin le anunció su intención de confiarle las riendas del país, Putin le respondió,: “Francamente, no sé si estoy preparado ”. Sin embargo, se convirtió en jefe de Estado interino, y el 26 de marzo de 2000 fue electo con 52,94% de los sufragios. Desde entonces, Putin ha consolidado su poder a niveles jamás vistos desde la era soviética.


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