Lafinur… o el valle de “La Carolina”
El Tomolasta plantado sobre sus más de 1600 metros, custodia el valle infinito, un sol brillante penetra sus casas de piedra y baña un río amargo como el destierro.
En tiempos de Sobremonte un sueño convocó a mineros, buscadores de oro, perdurable aún en un viejo socavón de turismo atrayente.
Camino por sus empinadas y empedradas calles, la más extensa me lleva a la casa natal de Juan Crisóstomo conservada en su raíz. Distante y enfrente se yergue un Laberinto de granito en rojo y gris asemejando un tablero de ajedrez (remite a un escrito de Borges, en su honor) y adelante su tumba o Monumento Funerario, tras la repatriación de sus restos por el Gobierno de San Luis.
El Museo de la Poesía Manuscrita, atesora archivos de más de cinco mil escritos, exhibe copias de poesías del hijo dilecto de San Luis, los originales están en la Biblioteca del Congreso Nacional.
Varios artistas exponen sus obras; dos originales donadas por Carlos Alonso y Guillermo Roux inspiradas en la poesía “lafinurense”.
El “Café de la Poesía” testigo mudo de tormentas y avalanchas que se amigan y se funden con su espada libertaria, allí presente también. La que lo acompañó a los 17 años a formar fila en el Ejército del Norte junto a Belgrano, quien se interesó por su método educativo, sus saberes y capacidad en ése afán que Belgrano tuvo siempre; de instruir y elevar su tropa.
Una vez en el Auditorio del Museo, Juan Crisóstomo nos recibe con todo su esplendor y romanticismo, su valor y patriotismo para contar detalles de su vida. (Representado por el actor Rodrigo Aragón Montanari).
Nació en La Carolina, uno de los pueblos más lindos del Mundo (OMT) el 27 de Enero de 1797, hijo de un militar español enviado por Sobremonte a fundar el pueblo y de Bibiana Pinedo de Montenegro. Juan Crisóstomo tuvo 4 hermanos, una de ellas Carmen, bisabuela de Jorge Luis Borges. Egresa del Colegio Nacional de Monserrat, luego se gradúa como Profesor de Literatura y Filosofía en la Universidad Nacional de Córdoba.
“Un poema suyo habla, dice que está lejos de las brisas de La Carolina. A él le gustaba ser el hijo de La Carolina, a él le gustaba recordar esa región, la recordó en Córdoba, en Mendoza, en Buenos Aires y finalmente la recordó en Chile.” (Conferencia dictada en San Luis por Borges en el Aula Magna del Colegio Nacional Juan Crisóstomo Lafinur en noviembre de 1976) Fue reconocido como “el 1º Filósofo Argentino”, el primero en ganar la Cátedra de Filosofía en la Universidad del Sud actualmente la UBA. Fue profesor, filosofo, abogado, músico y poeta.
El exilio moneda que algunas naciones pagan a sus hijos más preclaros tocó a Juan Crisóstomo y debió exiliarse en Chile. Allí el amor de una mujer chilena, Eulogia Nieto será quizás su solaz y alegría, pero un día de agosto de 1824 su corcel desbocado lo llevará a la muerte.
Tan solo 27 años vivirá éste “puntano” ilustre, el que descansa fatigas en su terruño, el intelectual de más brillo que tendrá San Luis, un adelantado a su tiempo.
(Fuentes: Página del Museo/Aportes del Director Dn. Marcos Velázquez/ Biblioteca Pública San Luis Digital y Visita de la Autora)
*Diplomada en Preservación del Patrimonio NyC (UBP
El Tomolasta plantado sobre sus más de 1600 metros, custodia el valle infinito, un sol brillante penetra sus casas de piedra y baña un río amargo como el destierro.
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