El hospital “Dr. Ernesto Accame” de Allen cumplió 100 años de servicio a la comunidad

Merece un reconocimiento no solo por su papel asistencial sino también por ser parte importante de la historia de la configuración del sistema sanitario argentino.

El Hospital Área Programa de Allen, “Ernesto Accame”, celebra nada menos que cien años de existencia para la historia relativamente reciente de esta región, por su inauguración efectuada el 15 de febrero de 1925. Nace con la denominación original de “Hospital Común Regional del Rio Negro”, a instancias de su fundador Dr. Domingo Cabred (1859-1929) médico correntino, psiquiatra devenido sanitarista, como presidente de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, del cual era miembro Asesor Honorario.

Este nosocomio estatal será depositario de la atención médico social de toda la región sur por un buen tiempo en la región patagónica. Su construcción no fue aislada, ni producto de una decisión política jurisdiccional, dado que fue resultado de la promulgación de la Ley 4953 del 26 de julio de 1906 que facultó al Poder Ejecutivo a disponer de fondos de la Loteria para ser destinados a la construcción de “Asilos y Hospitales Regionales” en todo el país.

A tal efecto se crea la “Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales” dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, presidida por Domingo Cabred, que se encargará de proponer el sistema al que han de responder la construcción, ubicación y clase de estos establecimientos. Dicha comisión elabora un programa de creación de infraestructura hospitalaria con pretensiones de integración nacional, que abarcó nueve provincias argentinas con asilos y hospitales “hermanos” de similares características arquitectónicas por primera vez en los llamados “Territorios Nacionales”. Fue el caso de Chaco, Misiones, La Pampa y Río Negro y en algunas provincias argentinas como Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, La Rioja y Salta por necesidades especificas, que totalizaron 11.885 camas hospitalarias y superaron ampliamente en número a las que reunían los hospitales concentrados en Capital Federal.

El conocimiento exhaustivo de Cabred acerca de los problemas de salud del país como la tuberculosis, el paludismo, la lepra, el alcoholismo, la oligofrenia, la niñez abandonada, la vejez y las enfermedades comunes y el adquirido en Europa en el terreno psiquiátrico y de arquitectura hospitalaria motivaron la elaboración del proyecto. Hay que señalar que en ese momento histórico no existía un organismo rector único como el Ministerio de Salud Pública Nacional que abarcara la totalidad del sistema. Éste se hallaba dividido en Departamento Nacional de Higiene dependiente del Ministerio del Interior; La Asistencia Pública del Ejecutivo y luego la “Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales” lo que traía como consecuencia una fragmentación y departamentalización del sistema, no sin generar conflictos de poder.

Con el propósito de llevar a la práctica el proyecto patagónico, Cabred personalmente visita los territorios de Río Negro y Neuquén en busca de terrenos adecuados. En ese viaje encuentra un lugar cuya ubicación y condición “lo hacían inmejorable” a juicio de dicha Comisión. El terreno se hallaba situado frente a la estación Allen del Ferrocarril del Sud.

El lugar comunicaba con varios centros poblados de Río Negro y de Neuquén. Es decir que respondía a las exigencias previstas en los requisitos. En las “Memorias de la Comisión Asesora” Cabred escribe: “Actualmente se hallan ocupadas las referidas quintas 12, 15 y 16 por los colonos Juan Saporiti, Arturo Olmos y Joaquín Portela que han obtenido su concesión del gobierno con las obligaciones de población y mejoras que determinan las leyes de la materia, pero el progresista vecino de esos parajes Patricio Piñeiro Sorondo obtuvo de los ocupantes la promesa de que elevarán en breve las renuncia de sus derechos al Ministerio de Agricultura ofreciéndoles a cambio tierras de su propiedad, de modo que el gobierno no tendrá que desembolsar suma alguna por ellos.”

Dicha renuncia se concretó el 20 de julio de 1912 de manera que la Comisión solicitó de inmediato a Obras Púbicas el inicio de las obras de construcción del Hospital de Allen. Imponderables políticos como la guerra, el clima y la escasez de materiales y personal demoraron su construcción. En junio de 1916 se dio término a las obras, aunque ejecutadas en desacuerdo a los pliegos, lo que derivó en una causa judicial y paralización de las obras. Finalmente fue finalizado y habilitado como decíamos el 15 de febrero de 1925.

El DIARIO RIO NEGRO del 19-02-1925 comentaba respecto al día de la inauguración y los festejos “Después de las obras de riego, la inauguración del Hospital fue el acontecimiento más importante efectuado en la región”. Tres días consecutivos duraron los festejos. La misma Guía Edelman resaltó “del beneficio que esta inauguración importa para ambos territorios hablan elocuentemente los grandes festejos realizados”.

Esta introducción a la historia local que se repite en distintos puntos geográficos del país, forma parte de la construcción de nuestra historia como Nación, de la historia de la medicina impregnada de “Higienismo” previa al “Sanitarismo”, desconocida y negada por la historiografía hasta no hace mucho tiempo.

Dos modelos se forjaron en la práctica científica desde dos paradigmas diferentes, con las limitaciones propias de cada periodo histórico, en busca de soluciones a la penosa situación de salud de una enorme masa de población de provincias y territorios. Es por eso esta historia y sobre todo su permanencia centenaria, lo hacen acreedor de un reconocimiento especial local, regional y nacional no solo por su papel asistencial sino también por haber formado parte históricamente de la configuración del sistema y mapa sanitario nacional.

Los hospitales de entonces, son testimonio material y simbólico concreto para entender un período, una lógica social y las condiciones en que se realizaron para que nos sirvan de ejemplo y para las generaciones futuras. Estas han sido las bases de la Salud Pública en Argentina y en América latina. Deberíamos apreciarlas y cuidarlas como Patrimonio Cultural Hospitalario material e inmaterial, junto a la memoria de los trabajadores y asistidos que dieron vida y sentido a estos cien años.

* Docente e historiador, Integrante de la Comisión de Estudios Históricos de General Roca 


El Hospital Área Programa de Allen, “Ernesto Accame”, celebra nada menos que cien años de existencia para la historia relativamente reciente de esta región, por su inauguración efectuada el 15 de febrero de 1925. Nace con la denominación original de “Hospital Común Regional del Rio Negro”, a instancias de su fundador Dr. Domingo Cabred (1859-1929) médico correntino, psiquiatra devenido sanitarista, como presidente de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, del cual era miembro Asesor Honorario.

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