Dejar la región sin grandes presas «sería inviable»

Opina Aníbal Asensio, el ingeniero que durante décadas fue el referente hidrológico de la AIC.

Redacción

Por Redacción

Por Aníbal Asensio, exsecretario Operativo de la Autoridad de Cuencas

Hoy cuesta imaginar a los valles inferiores de los ríos Limay y Neuquén, y al valle del río Negro, con crecidas como las de 2001, 2002, 2006, 2008, o sequías como la de 1998 (por citar algunos de los episodios más recientes, pero no siempre los más severos en los registros de la cuenca), sin sus sistemas de embalses de atenuación y reserva.

Sería inviable una eventual restauración del ecosistema fluvial al natural pre-embalses, luego de varias décadas en presencia de un régimen hidrológico regulado y las acciones antrópicas.

Es importante contar con un inventario mundial de represas con las experiencias y las razones que llevaron -o pueden llevar – a su desmantelamiento por envejecimiento y tenerlo en cuenta en la gestión de nuestros embalses.

Sin embargo, cada embalse, cuenca, y su población tienen particularidades que en su oportunidad requerirán evaluarse cuidadosamente en todas sus posibilidades y limitaciones para emprender un desmantelamiento.

Más cerca en el tiempo, será necesaria una revisión de las regulaciones de las actuales concesiones de las hidroeléctricas de los ríos Limay y Neuquén, que en 3 de sus embalses finalizan en agosto de 2023.

El paso de los años para el equipamiento seguramente ha acentuado en Cerros Colorados la necesidad de incorporar alguna obra que asegure la disponibilidad de caudales mínimos para riego aguas abajo del compensador de El Chañar durante salidas prolongadas de servicio de Planicie Banderita. No es un dato menor recordar que el pico de la crecida de 2006 estuvo muy cerca de alcanzar el caudal de proyecto del derivador de Portezuelo.

La programación y operación de los embalses del Limay tendrá que ser ajustada a una actualización de la crecida de diseño y a la normalización debidamente justificada de las excepciones a su operación dentro de las Franjas de Atenuación de Crecidas.

Es necesario darle entidad normativa a los pronósticos hidrológicos de distinto alcance, como parámetros de entrada adicional en las normas de atenuación de crecidas, dentro de la programación estacional del despacho y del manejo ambiental.

Aguas arriba y abajo de las represas el monitoreo de la cuenca, la gestión de efluentes y ambiental en general, cada vez resultan más condicionados al financiamiento de inversiones y de los controles necesarios.


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