Denuncian mala praxis por la muerte de un recién nacido

El caso ocurrió el 1 de octubre en el hospital Bernardino Rivadavia, en Choele Choel. La madre dice que el bebé, que nació prematuro, quería vivir pero que falló la asistencia profesional.

Una joven pareja denunció a profesionales y directivos del hospital Bernardino Rivadavia de Valle Medio por la supuesta mala praxis que derivó en la muerte de su bebé que había nacido prematuramente con 24 semanas de gestación.

Los denunciantes son Antonella Rifo (21), de Luis Beltrán, y Simón Echarri (23), de Choele Choel, quienes incluso dijeron que el ginecólogo que atendió a la mujer contaría con otros antecedentes en la provincia de Mendoza.

Desde la conducción del hospital rechazaron las acusaciones vertidas por los familiares del bebé y manifestaron que se cumplió con todos los pasos que se realizan en este tipo de casos y se redactaron 9 informes del personal que intervino en el parto.

El caso está en proceso judicial y se investiga las responsabilidades de todos los involucrados.

Según relató Antonella transitaba el sexto mes de su primer embarazo cuyos controles realizados en una clínica privada con un ginecólogo eran normales, aunque por su antecedentes clínicos se proyectaba que al momento del parto debía realizarse una cesárea. “Esperábamos con mucho amor a nuestro primer hijo Samuelito y lo dejaron morir sin dignidad”, dijo la joven.

El lunes 1 de octubre comenzó con fuertes contracciones y al fracasar que su médico de cabecera la pudiera atender, la pareja se dirigió hasta el hospital de Choele Choel.

El primer contacto la joven lo tiene con la obstetra quien le manifiesta que tenía 7 centímetros de dilatación en el cuello del útero, momento justo para el nacimiento del bebé.

Debido a la complejidad del parto, inicialmente se iba a llamar una ambulancia del hospital López Lima de Roca para trasladar al centro de mayor complejidad al recién nacido, luego de estabilizarlo para el viaje.

Luego de ser internada la atiende el ginecólogo, quien “nos dice fríamente que habían cancelado la ambulancia porque nuestro hijito Samuel no era un bebé viable, cuando hacía menos de una hora habíamos escuchado los latidos de su corazoncito”, relató la joven. Y continuó: “Mi bebé nació a las 14:08, después de un largo tiempo donde yo gritaba mucho por los fuertes dolores y este ginecólogo me decía que no tenía todo el tiempo, que no pare, que me apure”.

Luego cuenta Antonella que “cuando nace el bebé escucho decir al pediatra que no lo iba a atender, y yo pedía por favor verlo y no me lo daban. Sé que mi bebé nació vivo, quería vivir, pero lamentablemente el pediatra no lo asistió, no hizo nada. No lo pusieron en una incubadora, no hicieron nada, lo dejaron tirado en una mesita, mientras que las enfermeras que estaban lloraban por cómo habían tratado a mi hijo y también de la forma que me trataban a mí”.

Los denunciantes sostienen que los datos recabados que aportaron a la Justicia indican que el bebé vivió cerca de una hora y media, sin ayuda mecánica; que su peso al nacer fue de 850 gramos y no de 700 gramos como figura en la historia clínica aportada por el hospital.

Además resaltan que existen contradicciones en las actas de defunción, donde una señala que el bebé falleció un día después de su nacimiento y en otra que sólo vivió 22 minutos.

“Sería interesante que

tengan las pruebas”

El profesional apuntado por la joven pareja que perdió a su bebé en Choele Choel vino de la provincia de Mendoza y lleva prestando servicios en el hospital hace 4 años.

“Sería interesante que de todo eso que dicen, tengan las pruebas para que las lleven a la Justicia”, expresó la directora del nosocomio. Y agregó: “Cuando ingresó a este hospital (el profesional) sabíamos, trajo el certificado de antecedentes, que tenía un juicio por mala praxis del cual fue exonerado de la causa. Nunca estuvo inhibido, ni se le suspendió la matrícula para trabajar.”

“Desgraciadamente todos los médicos alguna vez afrontamos denuncias como ésta y la Justicia es la que determina la culpabilidad o no del profesional”, concluyó.

La directora defendió

lo hecho por el personal

En una comunicación telefónica con “Río Negro” la responsable del hospital de Choele Choel, Alicia Zelarayán, se mostró molesta por el tratamiento del caso en las redes sociales y por las acusaciones que se les estaban haciendo a todos los profesionales que prestan servicios en el hospital de Valle Medio. La directora dijo que Antonella ingresó al hospital con un trabajo de parto de 7 centímetros, que fue asistida por la obstetra y al ver que era prematura se pide la presencia del ginecólogo, quien advierte un parto inminente.

Con la autorización de la propia directora realizan el parto con el objetivo de estabilizar al recién nacido para su traslado en una ambulancia a Roca.

Posteriormente es informada que la situación del bebé era complicada y minutos después que había fallecido. El bebé prematuro extremo tenía 24 semanas y pesaba 850 gramos.

Desde la dirección del hospital se pidió al día siguiente que los profesionales que trabajaron en el caso realicen sus descargos para los informes. “Con el fin de mejorar lo que no estuvo bien y segundo para reforzar lo que sí se hizo bien”, comentó Zelarayán.

“A mi hijo no lo atendieron como correspondía y tampoco dejaron que las enfermeras lo asistieran cuando nació”,

dijo Antonella Rifo, mamá del bebé fallecido en el hospital de Choele Choel.

Datos

“A mi hijo no lo atendieron como correspondía y tampoco dejaron que las enfermeras lo asistieran cuando nació”,

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