La relación del Papa Francisco con San Lorenzo: un fanatismo de toda la vida

El Papa Francisco siempre mostró su cariño por el Ciclón, club al que siguió de cerca mucho tiempo mientras vivió en Argentina.

Mientras el mundo despide al Papa Francisco, muchos recuerdan su relación con el fútbol y particularmente con San Lorenzo de Almagro, club del que era hincha confeso.

Desde su asunción en 2013, el Papa, fanático del equipo de Boedo, tuvo presente al club al que siguió muy de cerca en sus años en Argentina como Jorge Bergoglio.

Un año después, el Ciclón se consagró campeón por primera vez en su historia de la Copa Libertadores. Como si se tratara de un guiño divino, el club ganó el trofeo que siempre se le había negado.

Los hinchas lo tuvieron como un amuleto y le adjudicaron algunos milagros durante el torneo, donde San Lorenzo pasó más de una fase con lo justo.

Jorge Bergoglio, «cuervo» desde 1946, conoció la pasión por el fútbol de la mano del legendario equipo de René Pontoni, Rinaldo Martino y Oscar Silva, al que más de una vez recitó de memoria.

Su amor por San Lorenzo iba más allá de la cancha: se hizo socio, celebró misas en la capilla del club, en la Villa Olímpica y en el oratorio de San Antonio, lugar fundacional de la institución.

En 2014 recibió al plantel campeón de la Libertadores y le obsequiaron una camiseta con su nombre. Él mismo contó que en muchas ocasiones le pedía a sus colaboradores que le digan cómo salió San Lorenzo.

El club publicó un emotivo video con la frase: «Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre… Cuervo como sacerdote y Cardenal… Cuervo también como Papa…».

«Siempre transmitió su pasión por el Ciclón: cuando iba al Viejo Gasómetro para ver al equipo del 46, cuando confirmaba a Angelito Correa en la capilla de Ciudad Deportiva, cuando recibía las visitas azulgranas en el Vaticano siempre con felicidad total… Socio N°88235. De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por el Ciclón. Envueltos en un profundo dolor, desde San Lorenzo hoy le decimos a Francisco: ¡Adiós, gracias y hasta siempre! ¡Estaremos juntos por la eternidad!«, completaron.


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