Después del traspié de las PASO, el MPN saca cuentas

Guillermo Pereyra evaluó que algunos afiliados “se equivocaron” en el cuarto oscuro. No hubo autocrítica a la estrategia electoral que los dejó en tercer lugar. El petrolero consideró que el triunfo de la fórmula kirchnerista en octubre es un hecho.

El Movimiento Popular Neuquino (MPN) se volcará a la caza de los votos nulos para tratar de revertir el tercer lugar al que lo relegaron las PASO del domingo. Se trata de unos 15.000 votos que no pudieron ser contabilizados por tener boletas repetidas, no oficializadas u otro tipo de elementos ajenos a la votación que para el candidato Guillermo Pereyra pueden terminar volcándose al oficialismo provincial.

“Creo que la gente por allí se equivocó o algo pasó ahí en el medio”, analizó ayer el postulante, quien se verá ante el delicado desafío de no perder su banca en las generales de octubre y dejar al partido de gobierno sin representación en el Senado por primera vez.

Con estricta matemática, si Pereyra lograra capitalizar para sí los más de 8.000 votos que reunió su competidor interno, Hugo Rauque, y redujera a cero los votos nulos para llevarlos a su boleta, apenas quedaría 2.000 votos arriba de lo que obtuvo la lista de Juntos por el Cambio. Eso, claro, si la lista que encabeza el intendente capitalino Horacio Quiroga no lograra sumar nuevas adhesiones en la instancia de octubre como es el objetivo de la alianza macrista.

Otra opción para el oficialismo provincial podría ser buscar el acompañamiento hacia una de las fórmulas presidenciales, algo que no descartó Pereyra ante las primeras consultas. Ayer dijo que un triunfo del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, “está cantado” evaluó que eso es bueno porque permite “ir preparando, tomando los contactos con los que son ahora candidatos del orden nacional, a ver qué es lo que tienen preparado, pensado, en este caso para los recursos”.

Si el MPN no retuviera su banca en el Senado, el gobernador Omar Gutiérrez sería el primero desde 1983 que no contara con un representante propio en la Cámara Alta. Si bien esos cargos sirven como puerta de negociación con el gobierno central, lo cierto es que tanto la banca de Pereyra como la de Lucila Crexell, ahora candidata de Juntos por el Cambio, no le fueron del todo fieles durante su primer mandato.

Entre las últimas medidas, Pereyra se opuso a la reforma jubilatoria que sí había votado Alma Sapag en la Cámara de Diputados y también votó a favor de la legalización del aborto contra la postura indefinida del mandatario.

Su antecesor en ese lugar, Horacio Lores, también tuvo un voto incómodo cuando rechazó la resolución 125 en el gobierno de Cristina Fernández, del que Jorge Sapag era aliado.

En números

15.000
votos de diferencia sacó el Frente de Todos en la capital neuquina al segundo, la lista de Juntos por el Cambio.
37%
de los sufragios consiguió el presidente Mauricio Macri en Villa La Angostura. Aventajó por más de un punto a Todos.

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