Detectan una hiedra invasora en el parque nacional Nahuel Huapi

La especie está en Puerto Blest y voluntarios iniciaron una tarea de erradicación. Se trata de una enredadera de crecimiento muy agresivo y trepadora.

Hedera hélix es el nombre científico de una hiedra exótica invasora que se busca controlar y erradicar en el área de Puerto Blest, en un extremo del parque nacional Nahuel Huapi, donde predomina una vegetación de selva valdiviana, por tratarse del lugar más lluvioso de la Argentina.

El crecimiento de esta planta trepadora y de la Lonicera periclymenum (madreselva) podrían significar una importante amenaza para la vegetación autóctona por su agresiva capacidad de reproducción, según indicaron desde la Universidad Nacional del Comahue.

Ante esta situación, la sede Bariloche de la Universidad del Comahue, junto a Parques Nacionales y la empresa Turisur, que presta el servicio turístico hacia Puerto Blest, iniciaron tareas de control y erradicación con la participación de una veintena de voluntarios que la semana pasada trabajaron en terreno.

La detección de esta especie invasora data de 2016 cuando la guardaparque Soledad Hournilougue y la bióloga Gloria Fernández Cánepa realizaron un relevamiento de exóticas en Puerto Blest. Este descubrimiento dio pie a un proyecto de erradicación de la especie dirigido por la doctora en biología María Paula Quiroga e integrado por docentes e investigadoras de la UNC y el Instituto Nacional de Biología y Medio Ambiente (Inibioma) junto a biólogos de parques.

La UNC dio a conocer que se inició una primera etapa de acciones para controlar y monitorear las dos especies, Hedera helix (hiedra) y Lonicera periclymenum (madreselva), con el objetivo final de la erradicación. Estas especies tienen capacidad de crecimiento en zonas prístinas, son tolerantes a una variedad de condiciones ambientales y tienen una alta capacidad de dispersión ya que poseen frutos que son dispersados por aves.

La metodología de trabajo para controlar este tipo de especies fue manual para no alterar más el suelo y las especies nativas que puedan estar creciendo. Los materiales vegetales retirados fueron colocados en bolsas plásticas negras y estas se depositaron dentro de un nylon negro de 200 micrones, para que pierda poder regenerativo por falta de luz. Una vez determinado que no hay material vivo, los residuos orgánicos serán reincorporados al suelo.

En total se retiraron 150 kilos de material fresco que representa aproximadamente el 20% de la superficie afectada por estas especies.

“El trabajo consistió en extraer a mano la hiedra, controlando de no dispersarla”, precisó Quiroga, responsable del proyecto de erradicación quien dijo que queda pendiente repetir esta tarea y controlar que no existan rebrotes.

La bióloga puntualizó que se considerará la erradicación de la especia envasora cuando en dos años no aparezcan nuevos rebrotes.

Respecto a las características de la especie, la bióloga Cecilia Núñez, trabajadora de parques y docente de la UNC, precisó que “es una enredadera de crecimiento muy agresivo. Es trepadora y tiene una capacidad de enraizar muy fácilmente, lo que la hace muy difícil de controlar, porque si quedan pedazos, esos pedazos rebrotan”.

Se prevé una próxima salida con voluntarios en diciembre para lo cual se abre una instancia de inscripción a los interesados en participar de esta experiencia para el control y erradicación de la especie.


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