Doña Margarita, la vecina de Chos Malal que a sus 97 años continúa con su huerta

Con su trabajo diario mantiene el espacio productivo que calificó como una pasión y parte de su vida.

Cada mañana Margarita cuando se despierta recorre como un encargo del destino, su invernadero en su casa de Chos Malal. El contacto, el trabajo con la tierra y la pasión por esta actividad la acompañaron toda su vida. 

Margarita del Carmen Fuentes de Ulloa vive desde hace más de 60 años en Chos Malal. Siempre hizo tareas relacionadas con la producción, y cada una de sus palabras refleja que la pasión se mantiene intacta.

“Es lindo tener un invernadero porque uno se levanta, desayuna, ve las plantas, siembra o hace algo en la tierra, las riega, y eso es una alegria. Yo a las planta las adoro y me gusta atender la huerta», confió Margarita.

También se mostró agradecida que hoy la salud se lo permita, aunque aclaró que hay tareas en las que le da una mano su hijo Rufino Ulloa «como picar la tierra o sembrar»; así como también con tareas del mantenimiento del invernadero.

Pero también Graciela, su hija que vive pegada a su casa, también la acompaña en el resto de sus actividades.

En la porción de tierra que tiene reservada para la huerta en su patio, se pueden encontrar plantas de acelga, cebollita de verdeo, cilantro, arvejas, zanahoria, lechuga, ají, frutillas, ajos y orégano.

«Yo cocinó y a mi encanta la sopa”, contó Margarita. Con el plus que la mayoría de los ingredientes para ese plato salen de su propia huerta.

Desde temprano Margarita recorre y revisa sus plantas. Y si necesita algunos de sus vegetales los retira para incorporarlo a alguna comida. Foto: Gentileza

Al contar sobre su trabajo en el invernadero, que mantiene hace ya diez años, recordó que siempre estuvo vinculada al campo. Hizo una pausa y rememoró que años atrás hacia trabajos en la tierra con arado y con bueyes. “Yo desparramaba el trigo, sé lo que es cortar el trigo. No ignoro ninguna cosa», apuntó. 

El hijo de Margarita subrayó que el espacio productivo es especial para su mamá: «Va a la mañana, saluda a sus plantas y  va al invernadero que está a unos 20 metros» y resaltó que «mas allá de las verduras que aporta al hogar, es una descarga a tierra que tiene ella, es su vida».

Doña Margarita relató que casi toda su vida transcurrió en el norte neuquino. «Nací en las Ovejas, pero mi documento es chileno», contó ella, que estuvo un tiempo en Chile de chica y que regresó a Argentina cuando tenía 15 años. Desde ese momento nunca se alejó del Departamento Minas. 

.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios