Dudas por ley inmigratoria
WASHINGTON.- La necesidad de una reforma del sistema migratorio estadounidense provoca un raro consenso en el seno de los partidos Republicano y Demócrata, pero este tema todavía debe eludir obstáculos que en el pasado le resultaron fatales. Tanto el presidente Barack Obama como sus adversarios en el Congreso dieron esta semana un gran impulso para lograr la reforma, con los conservadores habiendo percibido que su oposición a la regularización de los clandestinos les había costado caro en las elecciones de noviembre: 71% de los latinos prefirieron a Obama ante el republicano Mitt Romney. Obama presentó el martes un plan que abre una vía hacia la obtención de la ciudadanía para los más de once millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país, tras la presentación de un proyecto similar por parte de cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas. A pesar de estas iniciativas, el destino final de estos planes en el Congreso todavía es una incógnita, ya que los puntos que hicieron fracasar el intento de reforma en 2007 bajo el gobierno de George W. Bush permanecen sin resolver. Por ejemplo, el plan de los senadores condiciona un eventual proceso de concesión de la ciudadanía al reforzamiento de la seguridad en la frontera, una forma de contentar a los votantes republicanos, firmes opositores a toda legislación que pueda parecer una “amnistía”. (AFP)
WASHINGTON.- La necesidad de una reforma del sistema migratorio estadounidense provoca un raro consenso en el seno de los partidos Republicano y Demócrata, pero este tema todavía debe eludir obstáculos que en el pasado le resultaron fatales. Tanto el presidente Barack Obama como sus adversarios en el Congreso dieron esta semana un gran impulso para lograr la reforma, con los conservadores habiendo percibido que su oposición a la regularización de los clandestinos les había costado caro en las elecciones de noviembre: 71% de los latinos prefirieron a Obama ante el republicano Mitt Romney. Obama presentó el martes un plan que abre una vía hacia la obtención de la ciudadanía para los más de once millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país, tras la presentación de un proyecto similar por parte de cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas. A pesar de estas iniciativas, el destino final de estos planes en el Congreso todavía es una incógnita, ya que los puntos que hicieron fracasar el intento de reforma en 2007 bajo el gobierno de George W. Bush permanecen sin resolver. Por ejemplo, el plan de los senadores condiciona un eventual proceso de concesión de la ciudadanía al reforzamiento de la seguridad en la frontera, una forma de contentar a los votantes republicanos, firmes opositores a toda legislación que pueda parecer una “amnistía”. (AFP)
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