Duro rechazo de ambientalistas a un pedido de los centros de esquí

Árbol de Pie cuestionó el pedido del titular de Capsa, Sebastián Trappa, para flexibilizar la Ley de Bosques en el encuentro con el presidente Mauricio Macri.

Duro rechazo de ambientalistas a un pedido de los centros de esquí

La asociación civil Árbol de Pie aseguró que la urbanización proyectada por la empresa Capsa y el municipio para el cerro Catedral “acarrerará desastrosas consecuencias” y pidió el estricto cumplimiento de la legislación que protege a los bosques nativos.

Dijo que el declarado intento de la empresa por lograr un “relajamiento de las restricciones” demuestra que las concesionarias de centros de esquí buscan “sin ningún pudor” el permiso del Estado para “anteponer sus intereses económicos al cumplimiento de las normas ambientales”.

Árbol de Pie reaccionó así ante la información publicada días atrás por el diario La Nación, según la cual durante un encuentro de empresarios de centros de esquí con el presidente Mauricio Macri y varios gobernadores, el titular de Capsa Sebastián Trappa abogó por una flexibilización de la Ley de Bosques.

La organización tituló su pronunciamiento “a confesión de partes, relevo de pruebas”. Subrayó que la solicitud fue formulada “por el responsable de la empresa que contamina el agua del cerro con combustible” y opinó que, en lugar de obviar regulaciones, “lo que debería tener Catedral son pautas y controles mucho más severos para el cuidado del ambiente”.

Señaló que el pedido a Macri y a los gobernadores no apunta sólo a Catedral sino a otros centros de esquí de la región, “donde las leyes de protección del bosque nativo impusieron un freno a los desarrollos en lugares de gran sensibilidad ambiental”.

Árbol de Pie hizo notar que “todos estos centros recreativos en montañas de Patagonia se crearon con un sacrificio ambiental que hoy ningún pueblo comprometido con su futuro estaría dispuesto a aceptar, al menos para el desarrollo de un puñado de deportes de elite, por más supuestos beneficios económicos que prometan”.

Insistió en que “es vergonzoso que pretendan violentar la ley”. La organización ambientalista dijo que las empresas del esquí “debería agradecer que su actividad comercial se lleve a cabo en lugares privilegiados, y por lo tanto obedecer y respetar al máximo las limitaciones que imponen las leyes”, en lugar de buscar la complicidad del Estado para ´relajar las restricciones´”.

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