Advierten que las metas acordadas con el FMI no podrán ser cumplidas

La fuerte suba que registra el gas licuado en el mercado internacional implicará mayores subsidios en el sistema local. Gastos crecientes y déficit fiscal en alza.

La importación de gas es clave para el abastecimiento nacional.

El alza de los precios de la energía registrados en el mercado internacional, luego de la invasión de Rusia a Ucrania, pone en jaque la posibilidad de cumplir con las metas acordadas recientemente con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En línea con los estudios realizados por consultoras locales, distintas evaluadoras de riesgo de Estados Unidos comentan las dificultades del país para poder llegar a las metas exigidas por el organismo internacional. Los argumentos se centran en que la Argentina importa significativos volúmenes de gas durante el invierno y el salto de precios impactará de lleno en sus cuentas fiscales complicando las posibilidades de alcanzar los objetivos firmado ante el FMI.

Un informe del fondo Amherst Pierpont, de Estados Unidos, reproducido por Infobae, alertó que la guerra en Ucrania tendrá consecuencias en el programa económico acordado entre el Gobierno y el FMI y anticipó que complicará la viabilidad del recorte de subsidios a las tarifas al que se comprometió el Poder Ejecutivo ante el organismo. “El shock (de precios) energético ciertamente complica la factibilidad política de los ajustes tarifarios y de la estrategia de ajuste gradual. La audiencia pública debe aclarar los detalles con un enfoque progresivo dirigido a los consumidores residenciales de altos ingresos”, especificó el escrito.

“No hay mucha flexibilidad presupuestaria para la reticencia a reducir inversiones en bienes de capital con un compromiso de aumento real del gasto corriente que evite el sesgo de austeridad contra cíclica. Es por lo que no sorprende que las noticias actuales sugieran el riesgo de más impuestos a la exportación al compartir los beneficios de la inesperada ganancia agrícola”, mencionó el informe, en referencia al incremento de alícuotas de derechos de exportación para subproductos de la soja. En este punto hay que señalar que, por ahora, el presidente Fernández descarta incrementar este tributo sobre los granos (soja, trigo, maíz y girasol- aunque existe una fuerte presión por parte de un sector de la coalición gobernante para elevarlos.

“El progreso en el objetivo fiscal debería complicar o tranquilizar las relaciones con el FMI y el sentimiento general de los inversores para un ajuste gradual. La amenaza latente de incumplimiento del FMI en pagos aún onerosos que requieren desembolsos de préstamos debería alentar el cumplimiento. No existe una solución rápida para los desequilibrios macroeconómicos todavía severos que sostenga los niveles aún deprimidos de los precios de los bonos”, consideró el fondo inversor.

En referencia a la principal preocupación de Armherst Pierpoint – la perspectiva energética para este año- un informe local, además, marca que la situación internacional puede implicar un peligro eventual a la actividad económica, además de un gasto mayor al esperado en subsidios: “Existe riesgo de racionamiento de la energía en el transcurso del invierno, por falta de recursos para importar gas licuado, cuyo precio se ha disparado con el conflicto bélico. Interrupciones de suministro afectarían particularmente al sector manufacturero, de ponderación relevante en las cuentas nacionales”, consideró Fundación Mediterránea.


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