Automotores: más producción, exportación y patentamientos, pero preocupa autopartes

El sector automotriz nacional comenzó con excelentes datos en industria, mercado interno y externo; los vehículos importados tienen cada vez menor peso relativo. Sin embargo, el rojo en el complejo automotriz, que incluye también autopartes, genera preocupación. Un análisis integral de un rubro trascendental.

Algunas de las buenas noticias que recibió el Gobierno en este comienzo de año vinieron del sector automotriz, de notable importancia por sus implicaciones en generación de trabajo y de divisas. Algunos datos dan cuenta de desempeños que no se veían desde hace casi una década.

Analizaremos de manera integral la performance de un sector que posee una dinámica propia. Lo haremos considerando tres cuestiones muy relacionadas entre sí: producción doméstica, patentamientos e intercambio comercial. Cuando hablemos de sector automotriz o de automotores, estaremos abarcando tanto a automóviles (vehículos de hasta 1.500 kg de capacidad de carga destinados al transporte de personas) como a comerciales livianos (vehículos de hasta 1.500 kg de capacidad de carga con destino comercial), excluyendo a los vehículos pesados.

Producción


De acuerdo con datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), en los primeros dos meses de 2023 el sector automotriz argentino fabricó 73.470 unidades, lo cual representa un incremento del 30,5% respecto de igual período del año pasado y el mejor primer bimestre desde 2014. Son datos más que alentadores y que marcan la continuidad de lo observado en el 2022, año en que la producción automotriz aumentó un 23,5% interanual.

La mejora en enero-febrero se evidencia tanto en la producción de automóviles y de comerciales livianos: la de los primeros se incrementó un 33,5% con relación a enero-febrero de 2022 y la de los segundos lo hizo un 27,7%.

Estos buenos desempeños de la industria automotriz se explican por un mayor volumen tanto de exportaciones (+20,4%) como de ventas de vehículos nacionales a concesionarios en el país (+33,1%). Un reflejo de esto último es el aumento de patentamientos.

Patentamientos


Ahora analizaremos el mercado interno de vehículos 0km. Según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), el número de automotores patentados en los dos primeros meses del 2023 se incrementó un 11,5% interanual. Esta suba está principalmente explicada por los comerciales livianos, cuyo patentamiento tuvo en el período un aumento porcentual tres veces mayor que el de los automóviles.

Si se desagrega por provincia y teniendo en cuentas los datos provisorios del Censo Nacional de Personas, Hogares y Viviendas 2022, Neuquén fue la tercera jurisdicción argentina con mayor cantidad de patentamientos per cápita en el primer bimestre del 2023. Se ubicó detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tierra del Fuego, con un total de 2,91 inscripciones de automotores 0km por habitante. En el mismo período, en Río Negro se patentaron 1,40 vehículos per cápita, menos de la mitad que la provincia limítrofe.

Neuquén fue la tercera jurisdicción argentina con mayor cantidad de patentamientos per cápita en el primer bimestre del 2023.

Sin embargo, la mejora fue generalizada y se dio en todas las provincias. La misma podría estar explicada por el atraso cambiario porque, al ser los vehículos 0km bienes transables, éste provoca su abaratamiento relativo. Si tomamos en consideración el índice de precios del mercado automotor argentino (IPSA) que elabora el Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (SIOMAA), los precios de lista del mercado automotor local de 0km aumentaron en enero un 77,1% interanual, 31 puntos porcentuales (pp) menos que el índice de precios al consumidor y 20 pp menos que la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE).

Dato

77,1%
Es la variación interanual del índice de precios del mercado automotor argentino en enero de 2023.

Debido a que las medidas del Gobierno tendientes a cuidar las reservas internacionales del Banco Central apuntan más a restringir cantidades (cepo) que a ajustar precios (devaluación), la participación de los vehículos importados en el mercado doméstico se ha reducido en un 50% en menos de tres años. A esto responden las dificultades para importar vehículos 0km, sobre todo considerando que algunos de los más demandados se fabrican fronteras afuera (por ejemplo, el Toyota Etios se importa desde Brasil y fue el tercer automotor más patentado en Argentina en 2022 y el cuarto en el primer bimestre de 2023).

Los faltantes de stock de unidades nuevas, las demoras para la entrega (que en algunos casos ya se están pactando para 2024) y la imposibilidad de congelar precios en un contexto de alta incertidumbre, con elecciones en el medio, desincentiva la compra de vehículos importados.

Paralelamente, aumenta con fuerza el peso relativo de los automotores “made in Argentina” en el total de patentamientos. Dos de cada tres automotores patentados en los primeros dos meses del año fueron ensamblados en Argentina. Esto ayuda explicar las ya aludidas mayores ventas de vehículos nacionales a concesionarios en el país y su impulso a la industria automotriz local.

Sin embargo, no es suficiente para evitar que el saldo externo del complejo automotriz nacional sea deficitario.

Sector externo


De acuerdo con el INDEC, el automotriz fue en el 2022 el cuarto mayor complejo exportador de la Argentina, detrás del sojero, del maicero y del petrolero-petroquímico (de notable ascenso en el ránking en el último tiempo).

Se trata de un sector de importancia en términos de generación de divisas, y a ello responde la reciente aprobación de la ley de promoción de inversiones en la industria automotriz, autopartista y su cadena de valor. La escasez de reservas internacionales en el Banco Central es uno de los problemas más acuciantes de la economía argentina, agravado por la sequía de extensa duración y amplio alcance geográfico.

Buen comienzo. La producción nacional de automotores tuvo su mejor primer bimestre en casi una década.

Las exportaciones de vehículos para transporte de personas totalizaron en enero U$S 86 millones, y las de vehículos para transporte de mercancías alcanzó los U$S 246 millones. Esto implicó un crecimiento interanual del 21,1% y 48,2%, respectivamente.

Por su parte, las importaciones de vehículos para transporte de personas sumaron en el primer mes del año U$S 108 millones, en tanto que las de vehículos para transporte de mercancías llegaron a un total de U$S 32 millones. Esto representa una disminución del 10,7% y 25,6%, respectivamente, respecto de enero de 2021.

Dato

661.000.000
Fueron las importaciones argentinas, en dólares, de chasis, partes y neumáticos para automotores en enero de 2023.

El resultado es que el intercambio comercial de vehículos en el primer mes del 2023 fue superavitario en U$S 192 millones de dólares. Sin embargo, como hemos adelantado, el complejo automotriz registró déficit externo en el período: el mismo fue de U$S 387 millones.

¿A qué se debe esta situación? A que dentro del complejo automotriz se incluye al sector autopartista, fuertemente deficitario para la Argentina. En el mes de enero, las exportaciones de este sector crecieron un 12,3% hasta U$S 82 millones, pero las importaciones aumentaron más fuertemente (+ 27,6%) y fueron de U$S661 millones. Es decir, las importaciones argentinas de chasis, partes y neumáticos en enero multiplicaron por ocho a las exportaciones de estos bienes, y ocasionaron un saldo negativo de U$S 579 millones. Esto sucede aun con el cepo instaurado a través del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).

El ensamblaje se trata de una etapa industrial de bajo valor agregado, de poca innovación y de limitada capacidad de generar derrame de conocimientos y capacidades tecnológicas al resto de la economía.

El panorama del sector automotriz es representativo de la situación de la economía argentina en términos más generales. La imposibilidad de cerrar ciclos y completar cadenas de valor provoca una dependencia de las importaciones muy alta, y creciente cuando la actividad económica se expande. Esto termina por generar recurrentes presiones en las cuentas externas que se resuelven mediante devaluaciones o cepos cambiarios, limitando el crecimiento y desarrollo del país.

En el caso particular de la industria automotriz, la cada vez mayor importación de autopartes da cuenta de que Argentina se insertó en la cadena global de valor como un ensamblador de vehículos, mayormente. Se trata de una etapa industrial de bajo valor agregado, de poca innovación y de limitada capacidad de generar derrame de conocimientos y capacidades tecnológicas al resto de la economía. Esto no permite prever un cambio sustancial en el comportamiento y sostenibilidad de las cuentas externas específicas del sector en el corto plazo.


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