Barato, pero de qué calidad: crece la discusión por el nuevo asado con hueso que llega a Neuquén
Luego del boom causado por la flexibilización de la barrera sanitaria, señalan que la demanda se estabilizó. Para el sector ganadero local, los cortes que están ingresando “son el rezago de las exportadoras”. Qué dicen los precios.
El levantamiento de la barrera sanitaria para el ingreso de asado con hueso desde el norte del río Colorado modificó la ecuación del sector en Neuquén, al disparar la demanda y sorprender con valores de hasta $9.000 por kilo, sobre todo en la zona de la Confluencia.
Transcurridos casi dos meses desde la medida, un nuevo debate parece haberse instalado en el mercado cárnico local, y tiene que ver con la diferencia entre precio y calidad que, para algunos, se volvió más evidente tras el cambio en el régimen sanitario.
Asado con hueso en Neuquén: los nuevos proveedores y el rol de las exportaciones
“No traemos asado con grasa, son costillares de entre 8 y 13 kilos, el clásico novillito que tanto pide la gente”, aseguró a Diario RÍO NEGRO el empleado de una carnicería ubicada sobre la calle Independencia de la capital neuquina.
Fue en respuesta a los cuestionamientos que, desde algunos sectores, comenzaron a surgir respecto del asado que se trae desde provincias como Buenos Aires o La Pampa, al que señalan por ser grasoso y formar parte del descarte de las grandes exportadoras.
El referente de un frigorífico que opera con seis locales y tres centros de distribución en la provincia negó que los costillares que ingresan desde el centro del país sean de menor calidad en comparación con los de origen local.

Dijo que, aunque buena parte proviene “de lo que no se exporta”, la carne “sigue siendo muy buena”. “Trabajamos con las exportadoras, es cierto, pero eso no quiere decir que sea pura grasa, solo porque son animales más grandes”, acotó.
Consultado sobre la respuesta de los consumidores, señaló que, pasado el pico inicial, “las ventas se mantienen en un nivel alto”. Explicó que los días más fuertes son los fines de semana o los viernes, cuando la gente, en muchos casos, “sale a comprar” para la tradicional parrillada.
En cuanto a los precios, reveló que las cifras incluso “bajaron” desde el levantamiento de la barrera sanitaria. Precisó que, apenas el Senasa aprobó la modificación, “arrancamos con valores de entre $11.000 y $12.000”. “Hoy ya tenemos el kilo de asado con hueso en $9.000, con chances de bajarlo todavía hasta $8.500”, anticipó.
Un panorama similar describió la encargada de una carnicería ubicada en la esquina de Gatica y Alcorta, que tiene otro local sobre calle Perticone, frente a la Ruta 22.
Indicó que el incremento en las ventas desde que se habilitó la plancha de asado proveniente del norte del río Colorado fue notorio, especialmente en su caso, ya que antes no comercializaban ese corte como lo hacen ahora.
Sostuvo que la carne también proviene de La Pampa y Buenos Aires, y se caracteriza por “ser de calidad”. “Tratamos de que no sea grasosa; el costillar completo que traemos pesa entre 10 y 13 kilos”, graficó. “Un animal promedio”, completó.
También se refirió a los precios. Explicó que la mayor diferencia se da en el costillar entero, que “si lo llevás completo, te sale menos de $10.000 el kilo”. Para la tira o el kilo individual —la opción más buscada por los compradores particulares— el precio ronda los $12.000.
“Se cebaron con los precios”: la palabra de la Rural de Neuquén
Cecilia de Larminat, presidenta de la Sociedad Rural de Neuquén, trazó un análisis distinto al de los vendedores minoristas y mayoristas de carne que se abastecen con mercadería proveniente de la Pampa Húmeda.
Consideró que lo que impulsó el levantamiento parcial de las restricciones fue el desfasaje en los precios generado por los propios comerciantes de la zona de la Confluencia.
“A algunos se les fue la mano, y eso trajo la cuestión de la barrera”, opinó.
Aseguró que, por lo general, el asado que se envía a la Patagonia es “grasoso”, porque proviene de animales destinados a la exportación, caracterizados por ser más pesados.
Lo que llega, analizó, “forma parte del rezago de exportación; es el excedente de la plancha de asado, que tiene mucha grasa. No es el novillito de un año o dos que se faena acá”.

La titular de la Rural neuquina dijo que los valores se habían “cebado” antes de la flexibilización, pero no por decisión de los productores, ya que, remarcó, no son ellos quienes se encargan de «poner los precios” en el mostrador.
Detalló que actualmente “hay mucha oferta de asado barato», aunque aclaró que esto se refleja principalmente en “los grandes supermercados y cadenas” de la capital neuquina y sus alrededores.
“En la zona centro de la provincia, no existen esos precios”, resumió.
Asado con hueso en Neuquén: qué pasa con la demanda y los valores tras el boom inicial
Desde una de las firmas dedicadas a la comercialización minorista de carne detallaron que, luego del boom del mes pasado, la demanda “ya empezó a estabilizarse”.
Explicaron que, en cercanías del fin de semana, las ventas vuelven a dispararse, aunque sin alcanzar los niveles de la semana posterior a la flexibilización sanitaria, cuando hubo locales con extensas filas de clientes en sus veredas.
De cara a los próximos meses, dos de las tres empresas relevadas coincidieron en que, a partir de septiembre, los valores “deberían comenzar a recuperarse”, una situación que describieron como “algo estacional”.
“La carne no ha subido, por lo que tendría que reacomodarse. Es muy común que eso suceda hacia las fiestas, cuando la demanda es mayor”, resumió uno de los referentes consultados.
El levantamiento de la barrera sanitaria para el ingreso de asado con hueso desde el norte del río Colorado modificó la ecuación del sector en Neuquén, al disparar la demanda y sorprender con valores de hasta $9.000 por kilo, sobre todo en la zona de la Confluencia.
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