El mercado, entre la campaña electoral y el “refugio verde”

Como era de esperarse, el tramo final hacia las elecciones presidenciales generales de octubre está marcado por intensas campañas y una vertiginosa dolarización de carteras.

Por Laura Pereyra (PIN Capital).

Esta semana ha llegado a su fin, y no es necesario ser un gurú financiero para prever que se desarrollaría en medio de una campaña electoral intensa. Las dos principales fuerzas políticas que están luchando por el poder en el país, han desplegado todas las armas a su alcance para posicionarse de la mejor manera de cara al 22 de octubre. En resumen, no hemos presenciado nada que no supiéramos que iba a pasar. Lo que sorprende es la velocidad de los sucesos.

El ministro de Economía, quien también es candidato, ha estado utilizando todas las herramientas en moneda local a su alcance en estos últimos 40 días. Su estrategia se ha centrado en la implementación de medidas que permitan inyectar una mayor cantidad de pesos en el bolsillo de los votantes que se ven fuertemente afectados por el persistente índice de inflación. No es novedad que un gobierno en funciones intente utilizar su poder para aliviar la presión económica (y el malhumor) sobre los ciudadanos en este momento crucial.

Por otro lado, el candidato que más mide de la oposición, ha aprovechado esta coyuntura para intensificar sus críticas y amenazas contra la moneda local. Esto va muy en línea con lo que ha dicho siempre. Salvo que antes lo hacía en su rol como panelista televisivo, sin ningún poder de daño certero ya que era una opinión más. Pero ahora, tras su victoria contundente en las PASO, sus palabras han adquirido una relevancia mayor. 

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió el jueves aumentar las tasas de interés de los plazos fijos a un 133% nominal anual, con el objetivo de persuadir a que regresen esos pesos que, durante esta semana, abandonaron los bancos a toda velocidad.

Dato

133%
Tasa nominal anual que rinden los plazos fijos, tras la decisión del BCRA.

Como adelantamos hace dos semanas en estas páginas, la dolarización de carteras previo a las elecciones se llevó a cabo de manera vertiginosa y tuvo un impacto significativo en el instrumento de inversión más tradicional de nuestra economía: los plazos fijos. Los ahorristas optaron por no renovar sus plazos fijos y, en cambio, se volcaron a operar con dólar MEP, aprovechando la oportunidad de convertir esos pesos en moneda extranjera. En parte, esta decisión se basó en el miedo y lo que se conoce como «FOMO» (por sus siglas en inglés): el temor a quedarse fuera de una devaluación mayor.

El martes en particular marcó un punto de inflexión, ya que la cotización del dólar blue alcanzó los $1040, lo que dejó una impresión emocional profunda en muchos, generando ansiedad y una sensación de oportunidad perdida. Esto subraya la volatilidad del mercado cambiario y la urgente necesidad de estabilizar la situación financiera.

El dato oficial del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para septiembre fue del 12,7% mensual, superando el aumento de agosto y manteniéndose en cifras de dos dígitos. En este contexto, es vital comprender una expresión comúnmente utilizada en momentos como este: «el dólar sube por el ascensor, y la inflación sube por la escalera.»

La incertidumbre sigue siendo una constante, y la confianza en el sistema financiero está en juego.

Laura Pereyra, PIN Capital.

La primera parte de esta frase, «el dólar sube por el ascensor,» hace referencia a la rápida y brusca escalada que la cotización del dólar puede experimentar en cuestión de días, tal como lo hemos visto en las últimas semanas desde las PASO. La corrida cambiaria puede llevar al tipo de cambio a marcar un nuevo piso en tan solo dos jornadas bursátiles, lo que agrega incertidumbre al mercado y desafía a los inversores y ciudadanos por igual.

La segunda parte de la frase, «la inflación sube por la escalera,» se refiere a la tendencia constante y gradual de aumento de los precios a lo largo del tiempo. Conocidos los datos oficiales de inflación para el mes pasado, debemos recordar que estos números reflejarán una realidad que se ha acelerado en los últimos días, y no será hasta noviembre que obtendremos una imagen más completa de la estampida de precios que ha sacudido al país.

El aumento de las tasas de plazo fijo podría aliviar la presión sobre la moneda local, pero también tendría un impacto significativo en los costos de financiamiento para personas y empresas. La estrategia del Banco Central será crucial en las próximas semanas, sobre todo después del domingo próximo. Y la estrategia para vos consumidor, será tratar de endeudarte lo menos posible, salvo que consigas las cuotas sin interés, al borde de la extinción.

Dato

12,7%
Tasa de inflación mensual de septiembre.

En este contexto, los argentinos siguen mirando al refugio verde (o azul) como una opción segura en tiempos de turbulencia financiera, y la pregunta sobre el futuro de la economía argentina sigue en el aire: ¿será el dólar el faro que guíe la estabilidad o la incertidumbre económica se mantendrá como una constante hasta que cambie el mandato?

El mercado se anticipa a ese dilema y nos deja una singular foto de dólar futuro en Rofex, aguardando una devaluación para el tipo de cambio oficial en $900 para diciembre saltando $200 en tan solo un mes. Indica $1400 para el mes de Marzo y descuenta que la brecha entre oficial y paralelos no puede continuar en estos niveles tan altos. 

La City sabe que hay dos verdades: el dólar informal es “un mercado pequeño”. Consiguiendo MEP a $850 es ilógico que alguien que tiene ingresos registrados vaya corriendo al blue a buscar divisa por cerca de 1.000 pesos. Pero ojo, la segunda gran verdad es que las grandes empresas y el volumen que se maneja en dólar futuro es un termómetro real y contundente de lo que se espera.

El volumen que se maneja en dólar futuro es un termómetro real y contundente de lo que se espera.

Laura Pereyra, PIN Capital.

Es fundamental resaltar un fenómeno que ha estado en el centro de la escena financiera: el tipo de cambio obtenido a través de bonos, utilizado para enviar divisas al exterior, se ha disparado también. Esta modalidad, conocida como CCL o contado con liqui, se ha posicionado en torno a los $965, creando una brecha significativa respecto al dólar oficial, que ha alcanzado un asombroso 176%. Esto supera ampliamente los valores máximos históricos registrados en julio del año pasado, cuando la brecha llegó al 160%.

Este incremento en la brecha entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio CCL o contado con liqui es una señal clara de la creciente presión en el mercado cambiario. Los inversores y ahorristas buscan activamente vías para adquirir dólares, ya que la cotización oficial se encuentra restringida por las regulaciones del gobierno. Esta búsqueda constante de alternativas de dolarización refleja la falta de confianza en la moneda local y la economía en general.

Dato

176%
Brecha entre el tipo de cambio oficial mayorista y el dólar CCL.

El impacto de esta brecha en el mercado financiero y en la vida cotidiana de los argentinos es innegable. Mientras los candidatos políticos buscan soluciones a los desafíos económicos del país en plena campaña electoral, los ciudadanos se ven enfrentados a una realidad económica compleja y en constante cambio. La incertidumbre sigue siendo una constante, y la confianza en el sistema financiero está en juego.

La respuesta, en gran medida, dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos en las próximas semanas y de las decisiones que tomen los actores clave en la economía argentina.


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