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El saldo en cuenta corriente del tercer trimestre fue el peor en más de 3 años

La balanza comercial no alcanza a compensar los déficits en otras categorías de la cuenta corriente. El dólar soja y las restricciones a las importaciones son las cartas del Gobierno para mejorar los saldos en el último trimestre del año.

El dólar Qatar, el dólar soja, las restricciones a las importaciones y el cepo cambiario son algunas de las medidas de Gobierno para engrosar las reservas del Banco Central. Las mismas están dirigidas a mejorar los saldos en diferentes partidas de la balanza de pagos.

Las divisas no provienen exclusivamente del intercambio de mercancías con el resto del mundo. No obstante, la balanza comercial es quizás la partida de la balanza de pagos a la que más se apunta desde la política económica para compensar los desequilibrios externos en otras secciones. No es casual. Por ejemplo, Argentina es un país emisor neto de turismo. Si bien el dólar turista y el más reciente dólar Qatar pretenden moderar los saldos negativos en ese rubro, lo cierto es que revertirlos es difícil. Algo similar sucede con la remisión de utilidades: los activos que los residentes argentinos poseen en el resto del mundo son sensiblemente inferiores a los que los extranjeros tienen en nuestro país. Son cuestiones más estructurales, más difíciles de modificar.


En el transcurso de la semana, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó datos de cuentas internacionales del tercer trimestre, cuyos resultados se presentan aquí.

Necesitamos financiamiento

La cuenta corriente es la partida más importante de la balanza de pagos de Argentina, pues es la que determina casi en su totalidad la necesidad o capacidad de financiamiento externo neto. En la misma se condensan los saldos de la balanza comercial, la balanza de servicios, la balanza de rentas (o ingreso primario) y la balanza de transferencias (o ingreso secundario).

Dato

3.031
Fue el déficit en cuenta corriente, en millones de dólares, en el tercer trimestre del 2022.

En el tercer trimestre del año, la cuenta corriente arrojó un saldo negativo de 3.031 millones de dólares, el peor resultado desde el primer trimestre de 2019. En lo que va de 2022, ya acumula un déficit de U$S 5.386, lo cual da cuenta de un deterioro muy veloz, pues en igual período de 2021 el saldo había sido superavitario en U$S 6.417 millones.


El déficit en cuenta corriente del tercer trimestre está explicado principalmente por el saldo negativo en la balanza de rentas, que fue de 2.752 millones de dólares. Casi la totalidad del mismo se originó por el déficit en la renta de la inversión, resultante de la combinación de los déficits registrados en las categorías funcionales inversión directa (US$ 1.384 millones), otra inversión (US$ 990 millones) e inversión de cartera (US$ 397 millones). La balanza de rentas implica una salida neta permanente e ininterrumpida de divisas para la Argentina. De hecho, en la serie de INDEC que inicia en 1994 no hubo ni un solo trimestre en que haya mostrado saldo positivo.

En la serie de INDEC que inicia en 1994 no se registró ni un solo trimestre en que la balanza de rentas haya mostrado saldo superavitario.

Otra partida con saldo negativo desde hace ya más de un quindenio es la balanza de servicios. El déficit del tercer trimestre de este año fue de 1.918 millones de dólares y se duplicó respecto de igual período del 2021. Este deterioro se explicó principalmente por la suba del déficit registrado en transporte (US$ 789 millones) y viajes (US$ 262 millones) debido a la apertura total de fronteras. La buena performance exportadora de la economía del conocimiento ayudó a moderar el saldo negativo en la balanza de servicios. Por ejemplo, el superávit en telecomunicaciones, informática e información fue de U$S 163 millones y en otros servicios empresariales fue de U$S 391 millones, con mejoras interanuales en ambos casos. Brasil fue el principal destino de las exportaciones de los primeros y Estados Unidos el de los segundos.

El deterioro del saldo de la balanza de servicios se explicó principalmente por la suba del déficit en transporte y viajes, debido a la apertura total de fronteras.

La balanza de bienes fue superavitaria en 1.145 millones de dólares en el período julio-septiembre de este año. No solo fue insuficiente para evitar el saldo negativo de la cuenta corriente, sino que además es su peor resultado desde el tercer trimestre de 2018. Esto se explica principalmente por el atraso cambiario y los mayores precios de la energía, de la que somos aún importadores netos. Es por ello que el deterioro interanual del saldo comercial (-U$S 5.515 millones) se explica tanto por cantidades (8 de cada 10 dólares) como por precios (2 de cada 10 dólares). Sin embargo, de la mano del endurecimiento de las restricciones a las importaciones, del menor requerimiento de energía importada y de las dos ediciones del Régimen de Fomento a las Exportaciones Agroindustriales (más conocido como dólar soja) es esperable que los saldos del intercambio de mercancías mejoren en el último trimestre del año. De hecho, en octubre y noviembre se registraron, respectivamente, el primer y tercer mayor superávit comercial mensual del año, de acuerdo a datos del Intercambio Comercial Argentino (ICA) publicado por el INDEC. A falta de un mes para el cierre del año, las exportaciones argentinas de 2022 ya son récord histórico.

Dato

5.515
Fue el deterioro interanual del superávit comercial, en millones de dólares, durante el tercer trimestre del 2022.

Finalmente, el intercambio de transferencias también arrojó resultado positivo en el tercer trimestre aunque, como es habitual, no tiene un peso relativo importante.

Caída de reservas

La necesidad de financiamiento externo superó los U$S 3.000 millones en el tercer trimestre del año. A su cobertura, contribuyó la inversión directa, que registró un ingreso neto de capitales de US$ 5.133 millones. La emisión neta de pasivos externos asociada a esta categoría funcional se estimó en US$ 5.746 millones. Este dato va en línea con que la tasa de inversión en el país superó el 22% del Producto Bruto Interno (PBI) y alcanzó su valor más alto en 10 años.

Dato

5.133
Fue el ingreso neto de capitales, en millones de dólares, en concepto de inversión directa durante el tercer trimestre del año.

Sin embargo, la inversión de cartera y la categoría llamada “otra inversión” mostraron un saldo negativo conjunto de U$S 5.407 millones. En la última, se registró un egreso neto de capitales de US$ 3.816 millones por disminución de pasivos externos, fundamentalmente por la cancelación de las obligaciones financieras mantenidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del acuerdo vigente con dicho organismo, señaló el INDEC. También se observaron desembolsos netos de cancelaciones con otras instituciones multilaterales por US$ 533 millones. En cuanto a la categoría “inversión de cartera”, el déficit fue de U$S1.591 millones y tuvo mucho que ver la disminución del volumen de instrumentos de deuda del Gobierno general por US$ 1.087 millones (originada tanto por el vencimiento de títulos públicos como por transacciones efectuadas en el mercado secundario). Posiblemente la aversión al riesgo en los mercados de capitales y la suba de tasas de la Reserva Federal de los Estados Unidos hayan contribuido a este resultado.

Cuenta financiera. El saldo positivo en inversión directa evitó una caída mayor de reservas.


Estos déficits más que cancelan el saldo positivo en inversión directa. La pregunta es: ¿entonces cómo se cubrió la necesidad de financiamiento? Y la respuesta es vía reservas internacionales del Banco Central. La reducción de los activos de reserva por transacciones de balanza de pagos fue de US$ 3.525 millones.

Menos deuda externa

“El stock de deuda externa bruta total con títulos de deuda a valor nominal residual al 30 de septiembre de 2022 se estimó en US$ 271.776 millones, US$ 4.002 millones menor respecto al cierre del trimestre anterior. Esta disminución se originó por el menor nivel de endeudamiento del Gobierno general y del Banco Central, en contrapartida con el aumento de la deuda del sector institucional Sociedades no financieras, hogares e s e instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares (ISFLSH)”, indicó el INDEC.

Dato

3.525
Fue la reducción, en millones de dólares, de los activos de reserva por transacciones de balanza de pagos.

La mayor deuda externa del segundo sector se explica por factores ya mencionados: el crédito entre empresas por inversión directa y los créditos y anticipos comerciales se expandieron en el trimestre.
La menor deuda externa en el gobierno general y en el Banco Central se dio por una disminución en el valor de los préstamos, en los pasivos instrumentos mediante títulos de deuda a valor nominal y en el valor de la deuda originada en las asignaciones de Derechos Especiales de Giro.


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