La Semana de la Miel celebra el valor de las abejas y de la apicultura
En el marco de la campaña “Más Miel Todo el Año”, mayo se viste de dorado para homenajear a las abejas y concientizar sobre el valor de la apicultura. Actividades, charlas y degustaciones ponen en el centro a la miel y sus beneficios.
Por INTA
Cada año, durante el mes de mayo, Argentina celebra la Semana de la Miel, una iniciativa que forma parte de la campaña nacional “Más Miel Todo el Año”, con eje en el día 20 de mayo, cuando se conmemora el Día Mundial de la Abeja. La campaña busca fomentar el consumo de miel y generar conciencia sobre el rol vital que cumplen las abejas en nuestro ecosistema.
Impulsada por el INTA y el Programa Nacional de Apicultura (PROAPI), la propuesta incluye actividades en todo el país, con la participación de escuelas, productores, ferias locales e instituciones vinculadas al desarrollo rural. El objetivo es claro: poner en valor a la miel como alimento saludable, difundir sus beneficios y destacar la importancia de la apicultura como actividad productiva y ambiental.
De acuerdo con el Código Alimentario Argentino, la miel es “el producto dulce elaborado por las abejas obreras a partir del néctar de las flores, que dichas abejas recogen, transforman y combinan con substancias específicas propias, almacenándolo en panales, donde completa su maduración”, destaca Ingrid Kaufmann, de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Alto Valle.
Este proceso natural, que parece mágico, produce uno de los alimentos más nobles que podemos consumir. La miel no solo es deliciosa, sino que posee un altísimo valor nutricional y medicinal. Entre sus múltiples propiedades se destacan sus efectos energizantes, antioxidantes, antiinflamatorios, cicatrizantes, inmunoestimulantes, además de ayudar a regular el sueño y mejorar la digestión.
Si bien la miel es un alimento de base energética (más del 95 % de los sólidos son azúcares), en su composición hay valiosos compuestos minoritarios que enriquecen su valor nutritivo, como proteínas, minerales, vitaminas, enzimas y pigmentos naturales. “No todas las mieles son iguales: su composición varía según la flora de la región y el tipo de manejo apícola”, agrega la técnica.
Una forma de vida
La apicultura es una actividad productiva, en tanto, valoriza la miel como recurso natural. “Ser apicultor, más que un trabajo, es una forma de vida”, explica Germán Balbarrey, coordinador de Extensión del INTA Valle Inferior. Balbarrey señala la importancia de acercar el trabajo apícola a la comunidad, visibilizar el rol ecológico de la abeja y estimular el consumo consciente de productos de la colmena.
“No todas las mieles son iguales: su composición varía según la flora de la región y el tipo de manejo apícola”.
Ingrid Kaufmann, de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Alto Valle
En la Patagonia, la diversidad floral permite a los apicultores, obtener mieles de características únicas. Sus colores varían desde tonos claros a oscuros, con texturas, aromas y sabores que van de suaves a intensos. Si bien existen numerosas mieles representativas en la Patagonia Norte, todas se asocian a los paisajes productivos de cada región: hay mieles multiflorales de los valles irrigados, de montes nativos en la región norte de Río Negro, de praderas monoflorales de crucíferas en la zona atlántica u otras en las regiones de precordilleranas con características y sabores únicos.
Se utiliza el concepto de “mieles” en plural, para enfatizar la riqueza de matices de este producto: puede presentarse líquida, sólida o cristalizada, ser cremosa, más dulce o más ácida, pero todas comparten un rasgo común: son saludables y naturales.
Por eso, los especialistas recomiendan consumir productos genuinos, sin procesos industriales ni pasteurización, que mantengan intactas sus propiedades biológicas. Las mieles industriales pierden gran parte de sus beneficios.

Educar y concientizar
Desde la INTA Valle Inferior se suman a la Semana de la Miel con una jornada de concientización y aprendizaje para alumnos del colegio técnico secundario de formación agraria, CET 11 – ESFA. En tanto el INTA Alto Valle ofrece la Charla Anual de Polinización (para apicultores, horticultores o fruticultores) y el Curso de Iniciación en Producción Apícola (para público general).
Además de las actividades en el contexto de la campaña “Más Miel Todo el Año”, existen numerosas propuestas educativas y formativas dirigidas a toda la comunidad en diferentes instancias y momentos del ciclo productivo. Se dictan cursos, capacitaciones y jornadas técnicas durante todo el año.
Las abejas son un símbolo de resistencia y equilibrio natural. Promover su cuidado no solo beneficia al medioambiente, sino que también asegura la producción de alimentos para futuras generaciones.
Iniciativas como la Semana de la Miel son una apuesta por un futuro sustentable, por una alimentación saludable y por la valorización del trabajo rural.
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