El 2020 dejó un amargo récord en la exportación de petróleo argentino

El año cerró con el nivel más alto de envíos de crudo de la última década por el impacto de la pandemia. Pero el precio obtenido por cada barril fue casi la mitad que el del 2019. Cuáles fueron las empresas que más envíos hicieron y desde dónde.

El año de la pandemia de coronavirus, el 2020, podrá ser recordado como el año con la mayor exportación de petróleo desde Argentina de la última década, pero esto no es necesariamente una buena noticia.

De acuerdo a los registros oficiales de exportación de la secretaría de Energía de la Nación, a lo largo del año pasado se exportaron casi 28 millones de barriles de petróleo, concretamente 27.905.039 barriles.

Este volumen representa un incremento del 17,11% con respecto a lo que habían sido los despachos del 2019 y es el mayor nivel de exportaciones de la década, dado que recién es superado por el volumen que se dio en 2010 que fue de 33,4 millones de barriles en el año.

En lo que hace a las empresas que participaron de estas exportaciones, el escenario sumó a dos firmas que en 2019 no habían realizado envíos al exterior, como son Sinopec y Wintershall DEA. En tanto que otras operadoras como Vista Oil&Gas tuvieron un salto mayúsculo en su participación, al pasar en este caso de solo 94,475 barriles exportados en 2019 a 2.790.008 en 2020.

Como es habitual Pan American Energy (PAE) lideró por varios cuerpos el campo exportador gracias a su gran producción de petróleo Escalante. La firma remitió durante el 2020 nada menos que 11,5 millones de barriles, un millón menos que los que había despachado un año antes.

La segunda empresa con más exportaciones de crudo fue YPF que sumó 5,2 millones de barriles remitidos a compradores extranjeros, un 49% más que los remitidos en 2019.

En números

27.905.039
millones de barriles fue el total que sumaron las exportaciones de petróleo durante el año pasado.

Vista se posicionó como la tercera firma con mayor volumen exportado, con la particularidad de que fue la única que no vendió crudo pesado sino el liviano Medanito de la Cuenca Neuquina.

En tanto que Tecpetrol se mantuvo estable y exportó 1,8 millones de barriles de su producción de Escalante.

Ahora bien, el mayor volumen de exportaciones terminó dejando un saldo de menores ingresos de divisas, ya que el valor promedio de cada barril se desplomó por la crisis que generó la pandemia en el mercado global de los hidrocarburos.

Mientras en 2019 el precio promedio de cada barril vendido había sido de 60,37, aprovechando incluso una apreciación por sobre el Brent que tuvo el Escalante, en el año de la coronacrisis el precio promedio del barril exportado fue de apenas 33,01 dólares.

Las ventas

921,38
millones de dólares sumaron los envíos, mucho menos que los 1.438 millones de dólares que representaron en 2019.

Este valor es el promedio del año, de un 2020 en el que hubo meses con valores realmente bajos como abril cuando se pagó 19,70 dólares en promedio por barril, o mayo que apenas escaló a 20,66. Si bien en diciembre el valor promedio fue de 48,15 dólares por barril, el balance del año marca que en realidad las empresas no ganaron con estas exportaciones y que en gran parte del año terminaron vendiendo a pérdida, muy por debajo de sus márgenes de rentabilidad.

De hecho, pese al mayor volumen de las exportaciones, esta caída en el precio hizo que los ingresos finales de todo el 2020 estuvieran por debajo de los alcanzados en el 2019.

En este punto es donde queda en claro que el récord de exportaciones alcanzado no es tanto una buena noticia, sino el reflejo de la profundidad que tuvo la crisis generada por la pandemia de coronavirus que a nivel nacional llegó a desplomar hasta un 70% las ventas de combustibles generando la saturación de todos los sistemas de almacenamiento de petróleo del país, e incluso los buques que se alquilaron para acopiar como tanques flotantes el crudo que nadie quería dentro del país.

El origen de los barriles

Al analizar el detalle de los tipos de petróleo que se exportaron durante el año pasado se destacan dos situaciones: por un lado que la crisis golpeó en forma pareja a todos los tipos de petróleo y cuencas productivas y que algunos crudos lograron abrirse camino en medio de la pandemia para ser colocados en el exterior.

Durante el 2020 el crudo que más se exportó fue, como es habitual, el Escalante con un total de 17.917.458 barriles remitidos. En segundo lugar se ubicó el Medanito que no venía siendo exportado con regularidad y que dio la nota del año al sumar 3.400.841 barriles.

En este caso se vio además un fenómeno compartido entre dos provincias ya que así como desde Neuquén fluyeron 1.965.433 barriles de Medanito mezclados con el shale de Vaca Muerta, desde Río Negro el crudo Medanito remitido fue del tipo convencional y sumó otros 1.435.407 barriles.

El Escalante fue el tipo de crudo que concentró el grueso de las ventas. (Foto: Archivo Río Negro)


En la tercera posición se ubicó el petróleo Cañadón Seco, un crudo que en el 2019 no se había exportado, pero que en este 2020 sus despachos alcanzaron los 2.039.110 barriles.

Desde la Cuenca Austral vinieron los demás barriles, ya sea los 1.017.155 de San Sebastián de Tierra del Fuego, los 270.608 del Hidra del offshore de Tierra del Fuego, 1.738.669 de desarrollos en tierra en Santa Cruz y otros 1.521.192 del offshore de esa provincia.

Flujo irregular y caída de envíos

Si bien la salida al exterior del crudo Medanito genera grandes expectativas entre las empresas productoras por el potencial de desarrollo que poseen las áreas de Vaca Muerta, los envíos no fueron sostenidos a lo largo de todo el año y solo se concretaron en cinco meses.

En detalle, el crudo liviano por excelencia de Argentina comenzó a fluir al exterior en junio, pero no tuvo despachos en octubre ni tampoco en diciembre.

Precisamente, en el último mes del 2020 las empresas productoras desaceleraron sus envíos al exterior y no fue por el precio, que promedió los 48 dólares, sino por el incremento del consumo de combustibles en el país.

El año

17,11%
fue el incremento que marcaron los envíos en comparación con el 2019.

Luego de largos meses de una caída en la demanda, primero por la estricta cuarentena obligatoria y luego por las limitaciones de circulación, en diciembre el inicio de la temporada de turismo reactivó los surtidores que apenas quedaron por debajo del nivel prepandemia y que llevaron a que el grifo exportador se reduzca.

Las exportaciones en este mes bajaron a 1.388.623 barriles, luego de que en noviembre con un precio muy similar fueran de 3.351.874. Esta baja responde en gran medida a la mayor demanda local dado que se refleja en el hecho de que el balance de las exportaciones del mes arroja por primera vez una contracción del 16,54% en comparación con el mismo mes del año 2019.

Los pedidos de exportación se siguen tramitando

A través de la subsecretaría de Hidrocarburos de la Nación las diversas empresas productoras o revendedoras realizan los pedidos de exportación de petróleo que pueden o no concretarse llegado el momento pero que dan cuenta del ánimo de las empresas en torno a la producción y los mercados.

De acuerdo a los registros oficiales hasta esta semana había 30 pedidos de exportación de petróleo de diversos tipos para ser remitidos al exterior hasta fines de abril de este año.

De ese total cerca de la mitad de los pedidos ya se encuentran completados, es decir que las empresas completaron la documentación necesaria y si hay acuerdo con un comprador y ningún cliente local reclama ese volumen podrán ser exportados.

Las exportaciones permitieron evitar el cierre de pozos. (Foto: Florencia Salto)


En el actual escenario de precios, con un Brent rozando los 59 dólares, las productoras de petróleo de Argentina pueden seguir operando con una alícuota cero en lo que hace a las retenciones a las exportaciones.

La rebaja del 12% que estaba vigente se dio en mayo del año pasado por medio del DNU 488 que pasó a la fama como el decreto que creó el Barril Criollo pero que terminó teniendo un impacto mucho más concreto en la industria en lo que hace a la rebaja de las retenciones.

Esta medida fue la que disparó el año pasado los pedidos de exportación dado que hasta ese 19 de mayo las empresas no solo se enfrentaban a la caída de demanda nacional y del precio internacional del petróleo, sino que a la hora de buscar exportarlo para tener algún ingreso con el que trabajar, se encontraban con las retenciones que derrumbaban los precios por debajo de los 10 dólares por barril.

Pero la baja a cero de las retenciones tiene un tope, dado que si el Brent supera los 60 dólares, un valor que está muy cercano, comenzará a aplicarse un esquema de retenciones móviles.


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