El cine Belgrano, pionero del séptimo arte en Neuquén

Sólo una foto vieja de la fachada del Cine Belgrano en una página de Facebook alcanza para despertar la nostalgia en todos aquellos que tuvieron la fortuna de transitar la sala de cine ubicada en San Luis 579 entre Alcorta y Sarmiento donde ahora hay locales comerciales y un estacionamiento un tanto particular.

“Siempre íbamos con mi papá a ver pelis d cowboys o d ninjas… Hermosos recuerdos!!!”, escribe Lily. “Aaaaaaah allí iba a matinée… pero antes de ir tenía que lavar los platos en casa… ja… ja…”, acota Magdalena.

Y ellas son sólo algunas de los tantos neuquinos y valletanos que recuerdan aquel espacio de los hermanos Esteban.

Domingo, Alfonso y Fortunato Esteban fueron una de las familias que trajeron el cine al valle.

En 1935 tras el incendio del hotel Toscano de Roca, uno de los locales pioneros de cine en la región, los Esteban deciden radicarse en Neuquén, tal como cuenta Roberto “Tony” Balmaceda en su columna “Breve historia de esa costumbre de ir al cine en el Alto Valle”, publicada en marzo en este medio.

Lo cierto es que según consta en los documentos que se encuentran en el Archivo Histórico Municipal los hermanos Esteban solicitan en 1945, a través de “M. Berenguer e hijo constructor” , los permisos para levantar “un edificio de espectáculo público y casa de familia, que llevara por nombre Cine Teatro Odeón”.

Pero al año siguiente al solicitar la habilitación de la sala cinematográfica, esta ya llevaba el nombre de Cine Belgrano, el mismo que enarboló hasta que dejó de funcionar en la década del 90, época en la que varias salas del país cerraron sus puertas y le cedieron su lugar a otros desarrollos comerciales.

Matinée, ronda y noche dividían edades y preferencias de los espectadores que colmaban la sala con rasgos ovalados que aún hoy se resiste a perder su esencia a pesar del descuido, la humedad y el humo de los caños de escape de los autos que lo usan de cobijo durante el día.

Además de atender el Cine Belgrano ellos mismos, los hermanos Esteban desarrollaban la actividad en Cipolletti y en Roca y alquilaban el Cine Teatro Español de Neuquén en el que proyectaban las películas de mayor renombre de la época, dejando así la sala de calle San Luis para las más populares y también para las condicionadas.

matías subat