El Dogo: 40 años de una raza típicamente argentina

Es conocido como perro de caza, astuto y amigable, "nada agresivo".

ALLEN (AA).- Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Entonces, bien podría decirse que el «Dogo» es el mejor «amigo argentino» de la raza humana. Esta antigua raza canina, la única que lleva el sello nacional, supo cobrar fuerza a través de los años y desde su país de origen partió rumbo al resto del mundo, donde hoy tiene gran parte de sus mejores cultores y continuadores.

Este año, nuestro auténtico Dogo Argentino cumple sus 40 años desde que fuera reconocido oficialmente en la Argentina, si bien sus orígenes datan de varias décadas anteriores.

Días atrás, el ex presidente de la Asociación Española del Dogo Argentino, Ricardo Molina, visitó la región y pasó por Allen donde saldó una deuda pendiente y entregó una réplica del premio «Day de Trevelin» a su mentor, uno de los pioneros y más fieles impulsores de la raza, el allense Amadeo «Chiche» Biló.

De capa blanca, buen porte y mirada segura y profunda, el dogo es un perro que exige respeto y ofrece seguridad a su dueño. Su desarrollo en el país y en el resto del mundo se ha ido extendiendo de a poco, fundamentalmente como un animal de cacería mayor, aunque el desafío aún hoy para sus criadores sigue siendo el de desmitificar su estigma de perro feroz, agresivo o poseedor de un instinto asesino.

Molina, amplio conocedor en la materia, trazó un panorama sobre la realidad de esta raza canina argentina en el país y en Europa. Sostuvo que su desarrollo aún debería ser mayor, aunque a menudo «la mala fama» con que cuenta este ejemplar en más de una ocasión le ha jugado en contra.

«Hubo un hecho hace unos años, un ataque de un dogo a una nena en las Islas Canarias, que fue un hecho aislado, pero significó un retroceso muy importante para la raza. Allá sacaron luego una ley de perros peligrosos que disponía una serie de medidas y estaba sobre todo destinada a regular la tenencia, lo cual nos parece bien», comentó Molina.

Sin embargo, añadió, «las estadísticas destacan que los ataques de estos perros contra las personas son mínimos en esta raza porque, en general, si bien son perros que fueron concebidos para la caza, son ejemplares que han sido mestizados y hoy se adaptan muy bien para convivir con la gente. Aunque es necesario que el futuro dueño, antes de adquirir un animal, conozca bien cómo es la raza, qué es lo que requiere y qué es lo que él busca».

El creador de la especie fue Antonio Nores Martínez, un médico cordobés, quien junto a su hermano Agustín, lograron impulsar su desarrollo en el país. El Dogo Argentino fue resultado de una larga serie de cruzamientos de diferentes razas como los Bull Terrier, Bulldog, Perro de Montaña de los Pirineos, Gran Danés Arlequín, Dogo de Burdeos, Pointer, Boxer, Galgo Irlandés -refieren los expertos- y se utilizó como base al «perro de pelea cordobés».

El objetivo que sus creadores tenían en mente era lograr el mejor perro para la caza mayor de las especies depredadoras de la fauna local, como pumas y jabalíes, entre otras. Pero además, buscaban que el ejemplar fuera «valiente, amigo de los niños, sociable con sus congéneres y guardián de los hogares», expresa Carmen Martín, en un artículo de «El Mundo del Perro».

En 1928 la nueva raza fue fijada y se redacta su estándar, sin embargo continuaron los procesos de mejoramiento y la raza fue reconocida oficialmente en la Argentina en 1964 -se presentó en la Sociedad Rural Argentina- e internacionalmente en 1973.

«El proceso de evolución de los dogos hoy no está terminado todavía», señaló Chiche Biló. «Si bien el origen fue un perro de pelea, las modificaciones que se incluyeron en la raza lo adecuaron para la cacería. No tiene naturalmente una tendencia agresiva hacia el hombre, aunque es muy territorial porque defiende su lugar y jerárquico, reconoce a un jefe».

Molina sostuvo que en la década del '60, la aparición de Biló, reconocida internacionalmente, fue de vital importancia en la recuperación de la raza en la orientación hacia la cacería de especies depredadoras.

«Pero ahora en Europa y cada vez en más lugares está más restringido el tema de la cacería con perros, entonces es cuando se deben potenciar otras cualidades del animal -sostuvo Molina-. El dogo tiene una gran capacidad olfativa y además tiene un gran porcentaje de perro guardián y de compañía. Mucha gente los está adoptando para seguridad hoy en día, pero quienes lo eligen debe ser porque les gusta el animal, los quieren y van a ser responsables de él, eso es fundamental».

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