El gasoducto de Vaca Muerta a Rosario bajo la lupa por la falta de financiamiento

Las condiciones económicas del país complican el proyecto. Es clave para el desarrollo masivo del gas no convencional.

La secretaría de Energía afina el proyecto de licitación.

La secretaría de Energía afina el proyecto de licitación.

Después de un mal comienzo de año marcado por el elevado índice de inflación de enero y los índices económicos congelados, el gobierno nacional busca encadenar una serie de buenas noticias. Ven en el sector energético, casi el único que respondió a las políticas oficiales, un terreno fértil.

El gas es clave en la gestión de Mauricio Macri pero tendrá una prueba de fuego durante el invierno. No son pocos los que en el sector especulan con la necesidad de volver a anclar el barco regasificador en Bahía Blanca, algo que podría interpretarse como una derrota en la misión de diferenciarse de las políticas kirchneristas.

Con este frente abierto y en medio de cortocircuitos con las operadoras, tras los recortes a los subsidios para el gas de Vaca Muerta, desde la secretaría de Energía apuran los borradores para la licitación del gasoducto que unirá Neuquén con Rosario.

La colosal construcción, con un recorrido de 1.200 kilómetros y una inversión de más de 1.500 millones de dólares, puede ser la gran obra que apuntale al gobierno nacional en el camino hacia las elecciones de octubre.

Sería el cuarto gasoducto que sale desde la provincia de Neuquén hacia el interior del país, se sumaría a los dos Neuba y al Centro Oeste, y contaría con una capacidad de 30 millones de metros cúbicos día. Un solo caño aumentaría un tercio la capacidad de transporte para el gas neuquino.

Cuánto costaría

u$s 1.500
millones el el costo del que sería el cuarto gasoducto para la Cuenca Neuquina. Conectaría con Rosario.

El proyecto cierra al interior de la industria petrolera y es una obra a la medida de las necesidades de Vaca Muerta. El gas no convencional necesita ampliar su mercado para dejar atrás la etapa inicial de desarrollo atada a al dependencia de subsidios nacionales. Sin embargo, no todo aparece tan sencillo en el horizonte.

Inicialmente el proyecto desató una puja entre dos de los grupos empresariales con mayor peso en el país y encabezadas por Paolo Rocca (Techint) y Marcelo Mindlin (Pampa Energía). Rocca se encuentra en pleno litigio con Nación por el recorte aplicado al Plan Gas que lo tuvo como principal beneficiario y luego lo colocó como el principal perjudicado.

Pero más allá de la competencia empresarial lo que aparece, como un búmeran, en el escenario es la calificación económica del país que veda las posibilidades de conseguir financiamiento barato. Según publicó el sitio especializado EconoJournal, la cartera a cargo de Gustavo Lopetegui analiza alternativas para avanzar con el proyecto.

Imitar a las renovables

Por un lado evalúan ampliaciones, vía loops, de los gasoductos existentes, algo que pone un techo al crecimiento del transporte para el gas de Vaca Muerta y, por el otro, buscan imitar el sistema de licitaciones de las energías renovables (RenovAr) en las que se adjudiquen volúmenes de compra de gas por parte del Estado a precios de mercado.

Este último ítem es el que se viene discutiendo y en el sector llaman irónicamente Resolución 47 por que sucederá al Plan Gas del ex ministro Juan José Aranguren. Se trata de un plan que busca evitar el regreso del buque regasificador y apuntala a subsidiar producción de gas en invierno. Por esto una de las opciones es atar ambos proyectos.

Desde el gobierno de Neuquén siguen con detenimiento las negociaciones pero por el momento no intervinieron. Entienden que antes de volver a un nuevo plan deben garantizarse reglas de juego claras a largo plazo, algo que -entienden- no pasó.


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