El girasol nace como alternativa en el Valle Medio
Se necesitan menos de 500 pesos por hectárea como inversión. El objetivo es cosechar semilla para vender en Buenos Aires. La firma Novartis está interesada en ampliar la producción regional.
POMONA- Las expectativas de un grupo de productores que tienen un importante establecimiento en Pomona se vieron sobrepasadas con los resultados obtenidos tras la plantación de girasol para semillas.
El emprendimiento es nuevo para la zona, y sus responsables se han mostrado optimistas en relación con la posibilidad de que esta actividad se pueda constituir en una alternativa económica importante para la región.
Según explicó el ingeniero Genaro Grazia, a cargo del proyecto, en las temporadas que vienen se multiplicarán las hectáreas cultivadas e incluso se mencionó la posibilidad de contratar medianeros para este tipo de trabajo en la región.
El establecimiento «Colforta», que es donde se plantaron las 90 hectáreas, tiene cerca de 18.000 hectáreas y está ubicado a 7 kilómetros de Pomona. Fue adquirido a comienzos de la década del '90 por inversionistas de la ciudad de La Plata.
En un principio, se dedicaron a la plantación de frutales y tomate, pero ante la imposibilidad de levantar las cosechas, por el castigo que significaron los fenómenos climáticos como heladas y granizo, se comenzó a evaluar la posibilidad de ensayar con cultivos industriales, como girasol o maíz.
La iniciativa cobró fuerza y se materializó a principios de la temporada '98/'99 cuando se realizaron los primeros ensayos, pero cuestiones internas de la empresa imposibilitaron que se plantara una importante cantidad de hectáreas.
A la par -según señaló el ingeniero Genaro Grazia- la semillera hizo ensayos en Pedro Luro, provincia de Buenos Aires, con resultados también positivos.
Baja inversión
Luego de los contratiempos internos, el proyecto fue retomado. Con una inversión que puede caratularse de baja para la zona, cercana a los 500 pesos por hectárea, se plantaron 90 hectáreas, separadas en dos lotes de 50 y 40 respectivamente, de semillas especiales de girasol para la producción de semilla específicamente.
Las mismas fueron provistas por la semillera Novartis Argentina, que luego las comercializará a productores para la producción de esta oleaginosa.
Según explicó Grazia, el tratamiento de las plantaciones no tiene otro cuidado especial «a no ser el control de malezas de algunas plantas, que se hace a mano, y la forma de plantar».
En este sentido, señaló que las semillas tratadas genéticamente son separadas para plantas machos y hembras.
Luego del tratamiento de la tierra se plantan según la fórmula diez filas de hembras por tres de machos.
Serán las hembras, esterilizadas como flor macho, las que producirán al final del proceso las semillas. Hasta ahora un especialista de la semillera realiza una visita periódica a las plantaciones y en las últimas recorridas se mostró sorprendido por el desarrollo del cultivo.
En el Valle Medio se trabaja con una planta tardía de período corto, que tiene un capítulo -flor- mediano y que no es de alto porte, rondando el metro setenta y cinco -1,75 m-. Sin embargo, con las condiciones climáticas de la región ha llegado a alcanzar los dos metros, con un capítulo mucho más importante que el que se esperaba.
Por estas características el rinde se podría ver incrementado, superando holgadamente los dos mil quinientos kilos por hectárea promedio que se obtienen hoy en la provincia de Buenos Aires. Su ciclo, ade-más, les permite estar protegidas de los efectos de las heladas de la zona.
Los especialistas de la semillera consideran que en esta región los resultados de producción han sido los mejores de todos los ensayos realizados al sur del país.
Cabe destacar en este sentido que el establecimiento «Agronica» también está realizando ensayos y pruebas con girasol en la región.
Buenos precios para el producto
Este año los propietarios de «Colforta» encararán la cosecha con más ánimo.
La sonrisa seguramente la pondrán el resultado de la plantación de girasol para semilla y el excelente precio que arreglaron con la semillera, que superaría los 80 centavos por kilogramo, valor un 400% superior al que figura en las pizarras de Buenos Aires y Rosario para la semilla aceitera.
Pero a la par, como en temporadas pasadas, el trago amargo volverán a ser los montes de frutales.
Por cuarto año consecutivo y como consecuencia de las heladas y el granizo, no podrán levantar de las plantas de manzana algún fruto. El tiempo, como con la mayoría de los productores de la región, se ha ensañado con estos cultivos.
«La idea de reconversión es seguro una apuesta al futuro. Y está en arriesgarse con cultivos atípicos para la zona, el verdadero mérito. Así, no sólo 'Colforta SA' ha logrado excelentes resultados con el girasol, sino que también se lograron con las pa-pas, los nogales y con plantas poco conoci-das como la quinoa y el amarantus», seña-ló una fuente ligada al Ministerio de Economía. En el caso de «Colforta» los primeros ensayos se realizaron en la chacra experimental de Luis Beltrán.
Grazi indicó que se contrató mano de obra de la zona para tareas específicas, que aumenta la oferta de trabajo.
En cuanto a costos, indicó que son mínimos.
La cosecha se realizará con máquinas, que se traerán especialmente de otra pro- vincia, porque las que es-tán en Valle Medio no sir-ven, mientras que el transporte en bruto y la limpieza de la semilla se realizará en las instalaciones de Novartis Argentina.
Aunque no quiso precisar el valor que se pagará por kilogramo de semilla, el técnico dejó entrever que será muy bueno, teniendo en cuenta que se paga hasta un 400% más del valor que figura en las pizarras.
Hay condiciones ideales en la región
Antes de que se realizara el cultivo extensivo de girasol se hicieron distintas pruebas en el establecimiento de la región: calidad de los suelos, tipos de riego y sobre todo la heliofanía, es decir, el ciclo de luz solar durante el día.
Estas condiciones primaron que se plantará con un acuerdo previo con la firma Novartis Argentina, caratulada como una de las mejores semilleras del país. A la par de los dones naturales de la tierra, se tuvieron en cuenta distintos aspectos como la distancia con otras plantaciones, que no debe ser menor de 1.500 metros.
Las tierras llevan el nombre de zonas de producción con aislación, que permite vigilar los cultivos en cada etapa, además de no maltratar el cultivo, por cercanía con otras plantaciones que son tratadas de manera distinta. Este tipo de zonas abunda en el Valle Medio. En cuanto al riego, se utiliza el tradicional por manto.
Grazia señaló que las condiciones climáticas del Valle Medio son excepcionales para este tipo de cultivos, porque también se realizaron ensayos con maíz con similares resultados. Pese a ello, todavía no se llegó a ningún acuerdo con las semilleras.
El ingeniero se mostró sorprendido de la falta de iniciativas de algunos productores, que no salen a ofrecer sus tierras. «Las semilleras nacionales gastan aproximadamente siete millones de pesos en Chile para producir semillas, cuando esta inversión se podría dar en la Argentina y especialmente en el Valle Medio».
Es muy probable, luego de la cosecha y para encarar la próxima temporada, que se amplíe la cantidad de hectáreas plantadas e incluso se llegue a acuerdos con pequeños productores.
Grazia señaló que este tipo de plantaciones es especial para chacareros que tienen pocas hectáreas, por los rindes y los precios que actualmente se pagan en el mercado por este tipo de productos.
Comentarios