El Huevo Acuña y otra temporada polifuncional

El zapalino volvió a ser una pieza clave en el Sporting de Lisboa y dio una muestra más de su versatilidad al terminar jugando como stopper izquierdo en una línea de tres.

Existen muchos jugadores polifuncionales en el fútbol pero pocos rinden en todos los puestos como lo hace Marcos Acuña.

El Huevo fue una pieza indiscutible en su tercera temporada en Sporting de Lisboa y terminó como capitán. El esquema táctico no siempre fue el mismo, en gran parte por el cambio de entrenador. 

La primera parte de la temporada, el DT fue Jorge Silas. El técnico siempre optó por una defensa de cuatro jugadores y un mediocampo con tres futbolistas. En esa etapa, el zapalino alternó entre el puesto de lateral izquierdo y el de volante por la misma banda.

La modificación en el dibujo llegó a partir de la reanudación del torneo. Rúben Amorim reemplazó a Silas y eligió un 3-4-3. Con este esquema, Acuña empezó jugando como carrilero izquierdo, el lugar que más parece adaptarse a sus características.

Sin embargo, en el tramo final el neuquino pasó a ser stopper izquierdo en la última línea, el puesto más defensivo que le tocó ocupar en su carrera.

Aunque a priori es difícil imaginar al futbolista surgido en Don Bosco tan retrasado, esta nueva función podría justificarse si se piensa en la salida desde abajo.

Acuña se destaca por su técnica y en esa posición asegura un pase limpio como nexo entre el arquero y los volantes.

En la temporada jugó 31 partidos, convirtió dos goles y dio cuatro asistencias. Sporting terminó cuarto y, aunque quedó lejos del campeón Porto, cumplió el objetivo de clasificar nuevamente a la Europa League, al menos al repechaje. El año próximo buscará revancha tras ser eliminado en la actual edición en 16avos de final.

Lo cierto es que el Huevo siempre demostró su capacidad para jugar en distintos sectores de la cancha. En sus comienzos en Ferro fue varias veces marcador de punta. 

Su despegue en Racing fue como volante, donde dio cuenta de un gran despliegue ofensivo con incidencia directa en muchos goles.

En la Selección Argentina, tuvo minutos como mediocampista por derecha, con el perfil cambiado, algo que también hizo en algunos partidos en la Academia.

En el ciclo de Jorge Sampaoli, el DT lo pensó como lateral y en el Mundial jugó como carrilero, por delante de una defensa de tres.

Su destacado nivel en Portugal lo puso en el radar de varias potencias europeas aunque, por ahora, se desconocen ofertas concretas. En Italia, Nápoli, Roma e Inter lo tienen en el radar.

El zapalino tiene una elevada cláusula de rescisión de 60 millones de euros. De todas maneras, la crisis que generó la pandemia de coronavirus alteró los exorbitantes números que se manejaron en el fútbol durante el último tiempo, lo que le bajaría el monto de salida.

Con la camiseta que sea y en la posición que le toque, Marcos Acuña demostró que es un jugador confiable en la elite.


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