El impacto de las redes sociales en trastornos de alimentación

Manipular imágenes que se suben al mundo virtual para eliminar lo no deseado, es bastante común. Pero, ¿cuándo pasa a ser un problema? Opina, sobre el tema,para RÍO NEGRO la Licenciada Agustina Murcho.

En el mundo virtual se suelen mostrar imágenes que no siempre son reales, algo que puede resultar nocivo para muchas personas. Según la licenciada en nutrición Agustina Murcho cuando una persona con baja autoestima quiere copiar otro cuerpo hace dietas, toma pastillas, se excede con el ejercicio y se frustra al no conseguir lo que se propuso. “Primero, porque esas imágenes son irreales y, segundo, porque cada persona es distinta. Nadie puede copiar el cuerpo de otro” expresó.


Para la especialista es importante entender que las dietas desencadenan temor a los alimentos, a volver a comer y a engordar. Se empieza con atracones y posibles métodos compensatorios.
Murcho aclara que esto sucede solo si la persona es vulnerable a padecer un Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA), y que si no hay predisposición el TCA no se desarrolla. “No toda persona que hace dieta puede caer en un TCA, tienen que cumplirse todos los factores para que se desarrolle. Va a depender del entorno familiar, de la personalidad, del autoestima, capacidad de resolución de problemas, eventos traumáticos, etc.” detalló Murcho.

La profesional explicó algunos de los TCA más frecuentes:

Anorexia: miedo extremo a subir de peso y rechazo a mantener un peso normal. La ingesta es mínima y se elimina la mayor cantidad de alimentos posible.

Bulimia: presentan atracones seguidos de comportamientos compensatorios para prevenir el aumento de peso (vómitos, laxantes, diuréticos, ayunos prolongados, ejercicio excesivo). Un atracón no es comerse 3 alfajores. Es comer una cantidad industrial de comida en un período corto de tiempo con sensación de pérdida de control.

Trastorno por atracón: al igual que la bulimia se presentan atracones. La diferencia es que acá no hay método compensatorio.

Ortorexia: es la obsesión por comer 100% saludable, llegando al punto de no poder asistir a eventos sociales, dejando de lado cualquier tipo de alimento que no le dé «tranquilidad» a la persona. Muchas veces, se cocinan sus propios alimentos y los llevan a eventos, necesitan ir a comer a lugares donde sepan cómo se hacen los platos. Comer saludable es bueno y es lo que debemos hacer, pero cuando interfiere con nuestra vida ya deja de ser sano. Son personas que si consumen algo fuera de su «esquema» o algo que no es «sano», llegan a angustiarse, a ponerse nerviosas e incluso pensar que se están enfermando.

Vigorexia: se denomina también «anorexia reversa» o síndome dismórfico muscular. Son personas con exceso de masa muscular, pero que en el espejo se ven débiles y muy delgados, por ende, llegan a tener graves problemas de salud por el exceso de actividad física y de consumo de sustancias como esteroides, anabólicos, exceso de suplementos, etc. La autoestima de quienes sufren vigorexia depende de cuánta masa muscular tengan. Necesitan tener cada vez más para sentirse mejor. Esto hace que se aíslen de sus amigos, familia y que empiecen a tener problemas laborales, ya que necesitan dedicarle muchísimo tiempo al gimnasio.

Pregorexia: son los trastornos alimentarios en mujeres embarazadas. En general, quienes tienen trastornos en el embarazo, ya presentaban conductas desde antes. Es fundamental que la persona no quede embarazada hasta mejorar la relación con la comida.

Alcohorexia: es el consumo excesivo de alcohol junto con el trastorno alimentario. La persona no come durante el día para poder tomar alcohol y así no asimilar las calorías. Se dan «atracones de alcohol», es decir, consumir una cantidad excesiva de alcohol en muy poco tiempo.

Diabulimia: se considera uno de los trastornos más peligrosos. Son pacientes con diabetes insulinodependientes que no se aplican insulina para no engordar. La insulina es una hormona que hace que la glucosa entre a la célula. Es una hormona «lipogénica» (genera grasa), pero esto sucede si el consumo de glucosa es muy alto. Las personas con diabetes en general suelen ser muy delgadas porque la glucosa no entra a la célula y no se metaboliza. Con la insulina ese peso se corrige, justamente lo que la persona con diabulimia quiere evitar. Entonces se ven las consecuencias de la diabetes más el trastorno alimentario.

Trastornos alimentarios no especificados (TANE): situaciones donde existen síntomas característicos de un trastorno alimentario pero que no cumplen todos los criterios de alguno de los trastornos mencionados. Esta categoría de TCA también se puede aplicar cuando no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico. Por ejemplo: vómitos y atracones pero con menor frecuencia que una bulimia, mujeres que cumplen con los criterios de anorexia pero no perdieron la menstruación, anorexia con peso dentro de los límites normales, masticar y escupir la comida.

“Es fundamental que el tratamiento de un paciente con TCA sea integral, con profesionales con experiencia: nutricionista, psicólogo, médicos y psiquiatra” recomendó Murcho.

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