El litio como recurso estratégico para el país

Argentina es un gran reservorio de este mineral clave para el futuro de la industria automotriz y para la denominada “transición energética”. Bruno Fornillo, investigador del Conicet, estima que es necesario proteger este recurso de manera urgente.

Pensar el futuro sin el mineral de litio como un recurso económico clave sería una necedad, lo mismo que dejar que el tiempo corra sin debatir e implementar una regulación específica.

Aun así, la Argentina tiene un alarmante atraso en esa materia y no aparecen iniciativas para revertirlo, según afirmó el especialista Bruno Fornillo, historiador, doctor en Ciencias Sociales y en Geopolítica e investigador del Conicet, quien ofreció en Bariloche una conferencia sobre el impacto geopolítico del litio en el nuevo paradigma energético, con organización de la UNRN.

Fornillo subrayó que “la tecnología de litio es el modo de almacenamiento y estabilización más eficaz” para la energía que demandan por ejemplo los autos eléctricos y otros artefactos que requieren baterías de gran capacidad.

Hay empresas que exportan litio en gran escala, pero el aprovechamiento de esa renta por parte del Estado es casi nulo”.

Bruno Fornillo es Investigador del Conicet

Será indispensable también para la llamada “transición energética”, que avanzará con los sistemas eléctricos aislados y autosustentables, y dejará atrás a las grandes centrales de generación.

El litio está presente en muchos tipos de roca y también en el mar pero –por su concentración y facilidad de acceso– los sitios ideales de extracción son los grandes salares, como los que abundan en la puna atacameña, compartida entre Chile, Bolivia y Argentina.

Cuarto proveedor mundial

“En Argentina ya hay empresas que extraen y exportan en gran escala, a razón de 30 mil toneladas anuales y colocan al país como el cuarto proveedor mundial. Pero el aprovechamiento de esa renta por parte del Estado es casi nulo”, señaló el experto.

En números

300.000
toneladas anuales de litio exporta la Argentina, lo que la ubica como cuarta proveedora a nivel mundial.

Dijo que a diferencia de Bolivia, Chile y Brasil la Argentina todavía no declaró al litio como “recurso estratégico” y es el país que más facilidades otorga para la instalación de multinacionales y los modelos mineros “de enclave”.

Según Fornillo, Orocobre y SMC son las dos mayores compañías que ya operan con litio en los salares andinos de Jujuy, Salta y Catamarca y “hay otros 40 proyectos en danza, con diferentes tipos de estudios”.

Dijo, además, que las áreas con potencial ya están todas asignadas y las empresas “pagan cánones mínimos”.

Fornillo explicó que el proceso industrial de depuración “es muy básico” y permite obtener el “litio grado batería” con un grado de pureza del 99,97%.

La generación de empleo es muy escasa y el precio de venta del producto final es de 15.000 dólares la tonelada.

Por último el especialista subrayó que se trata de un material clave como reservorio de energías renovables, porque sin esa tecnología “la energía eléctrica se consume o se disipa”.

La necesidad de redefinir el modelo minero que tiene la Argentina

El investigador Bruno Fornillo dijo que la economía del litio tiene un vínculo directo con el cambio climático global, porque el debate ineludible –a su juicio– es qué hacer ante el agotamiento de lo que definió como “la sociedad fósil”, que depende de una matriz energética basada en el gas, el petróleo y el carbón y que “es responsable del 63% del calentamiento global”.

Fornillo resaltó que detrás de la demanda del litio está antes que nadie la industria automotriz. Dijo que “hoy todo el mundo habla de Tesla”, por la firma líder estadounidense en prototipos eléctricos, “pero el verdadero liderazgo está en China, donde se producen al año cientos de miles de autos eléctricos” con baterías de litio.

Aseguró que de aquí en más uno de los factores clave será la cantidad de energía necesaria para obtener los materiales de la naturaleza. Y en eso la Argentina y sus vecinos corren con importante ventaja, ya que “el 68% de las reservas de litio está en salares”.

Actualmente el mayor productor mundial de litio es Australia, que lo obtiene de rocas, y que le exige grandes cantidades de agua –informó–. Su mayor comprador es China”.

Según Fornillo, la Argentina debe redefinir su modelo minero y planificar mejor la explotación del litio para sacar el máximo provecho a este mercado, ya que “las economías más fuertes quieren asegurarse la provisión a toda costa”.

Ya en el terreno de la geopolítica, subrayó que “hay tensiones inevitables entre el mundo atlántico declinante, con el dominio de Estados Unidos y un continente asiático en pleno ascenso, mientras Europa tiene otros intereses y comenzó a legislar sobre ‘minerales críticos’”.


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