El ministro Trotta defendió la inversión educativa, pero admitió que es insuficiente

En su reciente visita a Bariloche, el ministro de Educación de Nación defendió los volúmenes de inversión actuales en materia de infraestructura y en “la recuperación del programa Conectar Igualdad”.

El presupuesto educativo registró a nivel nacional una modesta mejora cualitativa en el último año, pero todavía está lejos de cumplir con la ley que obliga a asignarle un 6% del PBI.

Así lo admitió el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, durante su reciente visita a Bariloche, donde defendió los volúmenes de inversión actuales en materia de infraestructura y en “la recuperación del programa Conectar Igualdad”.

Trotta dijo que en 2015, la inversión educativa total había alcanzado el 6,1% del PBI y que durante el gobierno de Mauricio Macri (2015/2019) esa proporción cayó al 4,9%.

En entrevista con este medio. el ministro dijo que su gestión logró “romper esa inercia” y en el ejercicio actual el presupuesto educativo “está creciendo un 0,2%” en relación al Producto. Es decir que mejora lo del año anterior pero supera apenas el 5%, cuando arrecian los reclamos por mejorar las escuelas, garantizar la conectividad y reforzar los planteles docentes en plena pandemia de Covid.

La inversión en infraestructura escolar crece este año un 550% e implica que vamos a destinar 52.000 millones de pesos, de los cuales 18.000 millones van a ser para refacción de escuelas -detalló-. Vamos a estar en 1,4 de inversión educativa solo del Estado nacional (respecto de la inversión total), cuando en el mejor momento había llegado a 1.6%”.

Más allá de la profusión de datos, Trotta reconoció que no hay respuesta a todas las demandas y que la distribución de los recursos se nota menos en algunas zonas del país.

Dijo que “la Patagonia tiene sus desafíos, por supuesto, pero el Norte tiene una desigualdad y una pobreza muy alta, que se ve reflejada también en infraestructura escolar”.

Defendió la “gradualidad” en el aumento presupuestario y dijo que “hay escuelas que están en el siglo XIX y primero hay que llevarlas al siglo XX antes de pretender una infraestructura del siglo XXI”.

Sobre presupuesto general y la meta del 6% del PBI para Educación (que fue alcanzada hace una década y luego se perdió) Trotta dijo que “no es algo que se pueda alcanzar de un día para otro” y volvió a criticar la caída en inversión educativa a partir de 2016.

Señaló que se considera cumplido con un plan de mejoras progresivas. “El año que yo no logre que el presupuesto educativo crezca respecto del año anterior estaré fracasando. La recuperación es un proceso”, afirmó el ministro.

500 mil computadoras

Trotta subrayó también la decisión de reflotar el programa Conectar Igualdad, que entre 2010 y 2015 entregó 5,3 millones de netbooks en forma gratuita a alumnos y docentes de todo el país.

Según el funcionario, decidieron acelerar la compra y entrega de esos equipos, pero no serán para todos.

Dijo que el gobierno de Macri entregó en sus cuatro años sólo 800 mil computadoras. La actual gestión volvió a otorgarle prioridad, dijo Trotta, pero está lejos de lograr una cobertura parecida a la del anterior gobierno kirchnerista.

Dijo que en 2020 distribuyeron 130 mil computadoras y que compraron otras 500 mil para repartir este año, 400 mil con recursos directos del Estado y 100 mil con financiamiento internacional, a través del swap chino.

“La pandemia reafirma también la responsabilidad del Estado en reducir la brecha digital” admitió Trotta, y habló de garantizar “una virtualización educativa con formación de los docentes y estudiantes y con conectividad a un precio justo”.

Pero el otro elemento clave, la disponibilidad de equipos, no está al alcance de una amplia mayoría. El ministro dijo que la inversión en las 500 computadoras “va a dar continuidad al Conectar Igualdad, que fue interrumpido en el gobierno anterior y que generó un enorme pasivo social”.

“¿Pero no debió ser mayor la inversión si la conectividad era una prioridad en 2020, con las escuelas cerradas?”, le preguntó este diario.

Trotta respondió que “el programa por supuesto no tiene la envergadura que tuvo entre 2010 y 2015. Todavía tenemos que reconstruirlo. Era una prioridad, pero de imposible resolución. Lo primero que tenemos que tener claro es la capacidad de respuesta del Estado en la situación en la que estamos”.

El ministro evaluó que la discontinuidad del programa que garantizaba la el acceso masivo a los equipos informáticos “agravó la desigualdad” y que en la actualidad “faltan 4 millones de computadoras en los hogares argentinos”.

Dijo que ante la escasez del recurso disponible la entrega de computadoras el año pasado fue selectiva y se dirigió a “las diez provincias en peor situación, por factor poblacional y vulnerabilidad”.

Ese criterio se va a mantener. Trotta dijo que para la distribución de los 500 mil “dispositivos tecnológicos” adquiridos este año “se resolvió priorizar las escuelas rurales e interculturales bilingües”.

Reivindicó lo actuado esa materia por parte del gobierno nacional y advirtió que “es impensado que el Estado Argentino tenga hoy la capacidad de invertir 1.000 millones de dólares en computadoras”, como lo hizo en 2010.


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