El monopolio de la lucha estudiantil

Con el conflicto universitario en un momento crítico, se cuelan en la sociedad formas en la que la misma funciona. Caso curioso es el de los centros de estudiantes, que se autoproclaman los únicos defensores de la universidad pública. En sesiones “democráticas” votan y efectúan la toma de diferentes facultades. Su número es siempre mínimo, y sin importar la cantidad de estudiantes que se les opongan deciden puertas adentro acciones que afectan a toda la comunidad universitaria.

De algún modo han logrado establecer en el inconsciente colectivo que sólo ellos son la universidad, y que todo aquel que no comulgue con sus principios es un simple caminante de la misma, un visitante que no importa siquiera por el hecho de que posea un buen rendimiento académico. Con esta cuestionada autoridad toman edificios con total normalidad, incluso cuando la mayoría del estudiantado está en contra.

La Facultad de Arquitectura de Córdoba fue el ejemplo más patente a este respecto. La problemática se circunscribe en el ámbito del derecho público, y este último nos compete a todos. No hay nadie que esté por encima de nadie, y mucho menos “grupos” con este tipo de atribuciones.

La universidad justamente es de dominio público; de tener algún dueño, en última instancia es cada uno de nosotros. En consecuencia, no debemos permitir como sociedad estos actos tan comunes en los que una pequeña minoría pretende arrebatar algo que pertenece a todos para supeditarlo a sus intereses político-partidarios. No apoyar estas medidas no significa estar en contra de la universidad, tal dicotomía es falaz. Una defensa real de la misma se realiza por otros medios, semejante acto no es una defensa de la educación y mucho menos democrática, es sólo barbarie.

César Martínez

DNI 37.359.303

César Martínez

DNI 37.359.303