El negocio terminó siendo para Irlanda

La escuadra europea apeló más a la voluntad para alcanzar un justiciero empate con Camerún.

NIIGATA, Japón (Télam).- El esfuerzo y la dedicación emergidas de sus limitaciones le permitieron a Irlanda sumar un valioso punto ante Camerún, al que inclusive estuvo cerca de vencer sobre el epílogo del encuentro que finalizó igualado 1 a 1 por el Grupo E.

Ya en el arranque se insinuó el aporte que cada uno le ofrecería al público que colmó las instalaciones del magnífico estadio de Niigata, cuando una gran combinación entre Mboma y Eto»o dejó a este último mano a mano con el arquero irlandés Given, quien cubrió con todo su cuerpo el toque de derecha del delantero.

Esto ocurrió a los 18 minutos y no hubiera sido ya injusta la apertura del marcador, habida cuenta del dominio ejercido hasta entonces por los campeones africanos, que mostraron una superioridad física y futbolística llamativa, aunada a una seguridad de movimientos que abrumó a los europeos.

Los irlandeses extrañaban demasiado al polémico y temperamental volante Roy Keane, aunque su homónimo, el delantero Robbie, se constituía en una luz de alerta permanente para la última línea camerunesa. Keane llegó por primera vez un par de minutos después de la mencionada acción abortada por el arquero irlandés, cuando con un cabezazo a punto estuvo de abrir el tanteador en la tarde de Niigata.

Los africanos se dedicaron a insistir con el juego corto, bien elaborado, aunque excesivamente centralizado, mientras que los irlandeses apostaron a los «bochazos» que les permitieran ganar en el juego aéreo ante el déficit exhibido por los cameruneses en ese rubro. Y fue mediante esa vía que a los 26 minutos Holland también estuvo cerca y renovó la ira del arquero Boukar, quien no se cansó de recriminarle a sus defensores mayor concentración .

Pero entre una y otra propuesta había una diferencia que iba a ser obviamente decisiva: Camerún era el que jugaba al fútbol, y como suele decir César Luis Menotti, haciéndolo así son más las veces que se gana que las que se pierde. Por eso la apertura del tanteador llegó por los cauces naturales: uno de los tantos encuentros repletos de potrero entre Eto»o (el lúcido gestor de cada penetración camerunesa por derecha) y Mboma terminó con un toque de zurda que dejó al balón descansando en la red irlandesa.

Los europeos siguieron apelando a un centro afortunado y merced a esa apuesta casi llegan a la paridad cuando el primer período se extinguía, ya que un rechazo defectuoso de Wome obligó a su arquero a exigirse más de la cuenta para contener.

Sin embargo esta acción fue un preanuncio de lo que sucedería en el arranque del segundo período, cuando la presión inicial del equipo irlandés tanto llegó a confundir a los africanos, que en apenas seis minutos el marcador ya estaba nuevamente igualado merced a un preciso remate de derecha de Holland que se metió en el «rincón de las arañas».

A partir de esta conquista los cameruneses parecieron perder confianza en su juego, y por contrapartida Irlanda se animó al advertir que con su garra podía conseguir más que su rival con fútbol. El final fue de ida y vuelta y en ese devenir el encuentro pudo quedar en manos de los irlandeses, que estuvieron más cerca de un triunfo que, pese a su encomiable esfuerzo, tampoco hubiera sido merecido.

«Al final, pagamos caro los errores»

Resignado por el empate, el técnico de Camerún, Winfried Schaefer, afirmó que «estuve contento con nuestro primer tiempo, pero ante la presión que nos ejerció el rival debemos estar satisfechos por el empate final».

«Hoy éramos favoritos, una situación poco fácil de afrontar. Ahora, el partido con Alemania será decisivo. Queríamos evitarlo, pero como necesitamos puntos, intentaremos llevárnoslo porque, al fin y al cabo, yo soy el seleccionador de Camerún», agregó Schaefer, de nacionalidad alemana.

El técnico concluyó que «el resultado final debió ser 2-0, pero cometimos errores y lo pagamos caro. Nunca debimos subestimar a Irlanda pero nuestros nervios nos perjudicaron».

El goleador y figura de Camerún, Patrick Mbomá, declaró que «tuvimos un poco de fatiga y nos distrajimos. Estamos decepcionados, pero salimos bien parados, porque en los minutos finales pudimos perder el encuentro. Todavía quedan dos partidos para clasificarse».

Por su parte, el entrenador irlandés Mick McCarthy admitió sentirse «aliviado» gracias al empate luego de la «terrible semana que me tocó atravesar», por las polémicas sobre la separación de Roy Keane.

«Es saludable terminar sin perder, el partido fue entretenido. En el primer tiempo entregamos la pelota el rival y sus delanteros nos complicaron, pero en el segundo mejoramos notoriamente y conseguimos el justo empate», añadió McCarthy.

El entrenador concluyó que «fuimos pobres en el primer tiempo, pero en el complemento arreglamos las cosas gracias a que concentramos en el cartel que cuelga del vestuaio: «Sin remordimientos». Los jugadores volvieron al campo y se aseguraron de que no tuviéramos alguno».


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