El Papa anima a los nuevos misioneros del Camino Neocatecumenal
El secretario del Consejo Pontificio para los Laicos, Monseñor Josef Clemens, leyó un decreto convalidando los ritos de estas nuevas comunidades en plena expansión. En Argentina, en la ciudad de Cipolletti cuenta con numerosos fieles.
Benedicto XVI animó el viernes a los nuevos misioneros, fieles del Camino Neocatecumenal, enviados solos o en familia a misiones de evangelización, invitándolos a permanecer integrados en la Iglesia y sus parroquias.
En la sala Pablo VI, ante sus fundadores Kiko Argüello y Carmen Hernandez, así como 7.000 miembros activos, el secretario del Consejo Pontificio para los Laicos, Monseñor Josef Clemens, leyó un decreto convalidando los ritos de estas nuevas comunidades en plena expansión.
El “Camino”, nacido en los años 60 en España, está hoy presente en todos los continentes con unas 40.000 comunidades y un total de dos millones de personas.
En Argentina se da el llamativo caso de la ciudad de Cipolletti, que con 19 comunidades en la parroquia Nuestra Señora del Luján, del padre Rubén Rueda, es una de las más concurridas en el país.
Tiene más de 70 seminarios que forman a centenares de sacerdotes. En España, Italia y América Latina está en plena expansión.
Los fundadores españoles, Argüello y Hernández, ya recibieron la aprobación de un papa, que es muy puntilloso sobre la ortodoxia litúrgica. Se dejó convencer por el entusiasmo y la fidelidad indefectible de los neocatecumeneses en la Santa Sede.
El movimiento fue criticado por los defensores de una liturgia sobria y los más tradicionalistas por sus innovaciones, como la eucaristía recibida por los fieles alrededor del altar, las moniciones y testimonios de los fieles en ceremonias emocionales.
Pero también lo ha sido por algunos progresistas, que sospechan que son sectarios y lo ven muy alineado al Vaticano, rígido en materia de costumbres y que juzgan al mundo moderno materialista y hedonista de manera excesivamente pesimista.
AFP
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