El presupuesto 2022 de San Martín prevé refuerzos para asfalto y tierras

La intendencia presentó el presupuesto del año que viene. Luego de un 2020 de subejecución y de un 2021 sumamente austero, la recuperación del turismo permite pensar en engordar algunas partidas y en inyectarle equipamiento a los servicios mediante un crédito del BPN.

El gobierno de San Martín de los Andes presentó el presupuesto municipal para el próximo año, que incluye un plan para acelerar inversiones en asfalto, además de reservar 16 millones extra para el instituto de Tierras y Viviendas y prever un fondo para subsidiar el transporte urbano con lo que recaude el estacionamiento medido.

Hasta hoy el estacionamiento en el radio céntrico es gratuito y ya hubo proyectos para arancelarlo y aplicar el dinero al transporte, pero no prosperaron. Para crear ese nuevo régimen hará falta una ordenanza complementaria, que también fue elaborada por Hacienda y será remitida en breve al Concejo.

Otra de las decisiones tiene que ver con las patentes de automotores y consiste en reducir la alícuota que pagan hoy los dueños de los vehículos de un 3,5 al 3,3% del valor oficial, en una escala que continuará en los próximos años hasta llegar al 2,5%.

El secretario de Economía, Juan Pablo Mansilla, dijo que el presupuesto fuertemente subejecutado de 2020 (por efecto de la pandemia) y el más “austero” que plantearon para este año será seguido ahora por un presupuesto de expansión económica y niveles de inversión acorde con el auge de recaudación que comenzaron a registrar desde junio pasado.

“Somos una ciudad turística, los números empezaron a ser muy buenos y el presupuesto está pensado para una acompañar la reactivación económica”, afirmó.

El cálculo de ingresos y gastos del municipio para el próximo año fue fijado en 3.531,8 millones de pesos, cuando el que está en vigencia había sido establecido en modestos 1.800 millones, aunque luego recibió una ampliación y terminará en un ejecutado final de 2.200 millones.

Mansilla dijo que volvieron a otorgar prioridad a la obra pública, luego del freno impuesto por la crisis sanitaria, y ya en los últimos meses el municipio tuvo otra vez un programa de asfalto “luego de 14 años”, que comenzó por cinco cuadras en las calles Las Gaviotas y Las Golondrina, y continuará en lo inmediato con otras cuatro en la calle Lola Mora. También llevan adelante un plan de veredas y bicisendas.

Para el año próximo está previsto continuar con pavimento en otras 20 cuadras, con recursos del municipio y de la provincia. Más la obra de la avenida de los Lagos, comprometida por Nación.

En materia de equipamiento el municipio presupuestó compras por 50 millones de pesos que se financiarán con un crédito del BPN. Mansilla dijo que consultaron con otras entidades pero el plazo y tasa del banco provincial resultaron los más convenientes. La previsión es adquirir una motoniveladora, un camión compactador para la recolección de residuos y dos “bobcats” (palas cargadoras de formato chico) para aplicarlos en obras barriales.

El secretario reconoció que “una problemática complicada que debe abordar al municipio es el déficit habitacional” y por eso resolvieron dotar de más recursos al Instituto de Vivienda y Hábitat. El presupuesto le reserva una asignación especial de 16 millones de pesos para aplicar a las mensuras y la urbanización de las 20 hectáreas cedidas por el Ejército y las 8 que se aseguró el municipio por un canje de lotes propios en el centro de la ciudad.


Los subsidios al boleto de colectivo siguen


El presupuesto también incluye una ampliación del subsidio municipal al transporte. El responsable de Economía dijo que la experiencia de este año, con una licitación frustrada y las tortuosas discusiones en torno al boleto, demuestran que “no se puede cargar todo el costo sobre los pasajeros” y que el municipio debe ampliar sus partidas para el sostenimiento del servicio.

Al margen de lo que aportan la provincia y la Nación, el gobierno local destina 2 millones de pesos mensuales a compensar los costos de la empresa. El proyecto es llevarlo al menos a 3,5 millones.

Mansilla también señaló que por los acuerdos firmados de “consenso fiscal” existe un compromiso del municipio de reducir la alícuota de patente automotor. Hoy los vehículos están grabados en un 3,5% anual sobre su valor de planilla y aporta en total unos 320 millones de pesos. El propósito es bajarlo a un 2,5%, pero Mansilla dijo que no pueden hacerlo de una sola vez, porque el impacto fiscal sería muy alto (unos 120 millones).


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