El test de HPV, el método más eficiente para reducir el cáncer cérvicouterino

Nueva evidencia muestra las virtudes de la tecnología que lo detecta y la necesidad de implementarlo a nivel nacional, según un paper publicado en una revista británica, y difundido por Conicet. En Río Negro se trabaja fuerte en la prevención.

En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a “poner fin al cáncer cérvicouterino”. Catalogado como una de las amenazas más graves para la vida de las mujeres, es causado por la infección del virus del papiloma humano (HPV) que se puede detectar mediante un test más eficiente que el Pap para reducir la enfermedad.


El cáncer cérvicouterino es casi totalmente prevenible, por eso, la Asociación Centro de Prevención del Cáncer en General Roca trabaja fuerte en este sentido (ver aparte). Pero según Silvina Arrossi, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) el mayor problema es la desigualdad que existe para acceder al método de búsqueda de rastros de la enfermedad. “Este cáncer es inadmisible en el siglo veintiuno: no tiene razón de ser”.


Arrossi está involucrada, desde hace más de diez años, en el diseño de una política pública para prevenir esta enfermedad basada en el “test de HPV”. Con su equipo acaban de publicar un paper en la revista The Lancet Global Health con los resultados de un proyecto demostración en la población de mujeres de Jujuy entre los años 2012 y 2014, que arroja resultados que reafirman la necesidad de que el test sea implementado a nivel nacional.
Hasta hoy, el método más extendido para detectar la presencia de lesiones precancerosas es el Papanicolau: el estudio que, de manera anual, se realizan las mujeres en el consultorio ginecológico.

Pero el test de HPV es una nueva tecnología, un método para detectar lesiones precancerosas, que además permite a las mujeres tomar ellas mismas la muestra.
En la experiencia en Jujuy, los agentes sanitarios van a las casas de las mujeres con los tubos colectores y les ofrecen si quieren hacerse el test. La toma la hacen en pocos minutos y es indolora.


El test se realiza a la población de mujeres de treinta años y más. Si la prueba da negativa, la mujer repite el test en cinco años. Si da positiva, se les hace un Pap, para saber si además de estar infectada con el HPV, la mujer tiene una lesión precancerosa. Las mujeres positivas en el test de HPV, pero negativas en el Pap, tienen que volver a realizarse un test a los dieciocho meses.


Australia, Inglaterra, Estados Unidos, ya incorporaron el test a su sistema de salud. “Argentina fue pionera en la implementación pero siempre decimos que el test no cura, lo que cura es un sistema de salud con una red de tamizaje, diagnóstico y tratamiento, que funcione de manera efectiva. Lo que cura es el tratamiento”, advierte Arrossi.


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