«La tormenta, en 10 minutos, arrasó todo», el testimonio de los vecinos de Neuquén

El sector de Valentina Norte Rural y sobre calle Lainez fueron algunas de las zonas más afectadas.   

La tormenta que cayó anoche en la ciudad de Neuquén generó calles anegadas, múltiples zanjones y hubo sectores donde el agua ingresó dentro de las casas.  Con desazón e impotencia varios vecinos estuvieron con baldes y secadores para quitar el agua o el barro que tenían en sus viviendas. 

“Las calles se empezaron a sobrepasar de agua y entró a las casas. Casi hasta la rodilla. Heladeras y lavarropas se arruinaron”, contó Malvina Aguayo, vecina de Valentina Norte Rural, que tuvo que autoevacuarse y pasar la noche en casa de sus padres en Provincias Unidas.

Esta mañana retornó temprano a su vivienda de calle Zaida y Genco, y se encontró con un duro panorama. «Pedimos que alguien de Defensa Civil o del Municipio venga y nos haga alguna protección ya que sabemos que en la tarde volverá a llover», solicitó.

La vecina mostró como el agua además de arruinar sus electrodomésticos, afectó sillas y mesas de madera, placares y cómo llegó hasta la habitación.

Carina Lima, en la zona Los Hornos de Valentina Norte Rural tuvo también una noche difícil.

“Se me llovió todo. Se me mojaron todas las camas. Vivo con mis tres hijos y se tuvieron que ir ellos con mi mamá. Yo me quedé para no dejar la casa sola. Necesito la colaboración para arreglar el techo de mi casa urgente”, expresó Carina.

Contó que entró mucha agua a su casa e incluso hay gran cantidad de barro y líquido acumulado alrededor que dificulta poder acceder. El agua afectó los colchones y frazadas que tenía.

Muy cerca de ahí vive Freddy Paredes, que tiene su casa, una despensa y un taller de chapa y pintura.

«La tormenta en diez-veinte minutos arrasó todo. Complicado porque el agua baja de Crouzeilles, y luego calle Blanca y Frida, y se hace un embudo y pasa todo el agua. LLegué a tener cincuenta centímetros de agua», comentó.

Estuvieron en la madrugada con paladas de tierras y otros elementos tapando la puerta para que pasara la menor cantidad posible de lodo y agua. «A las 2 de la mañana recién empezó a bajar y pudimos sacar el agua», narró mientras mostraba la gran cantidad de barro que había todavía dentro de su comercio.

Otro testimonio similar reflejó una vecina de calle Blanca, en Valentina Norte Rural. “Nos debemos haber acostado como a las 2 de la mañana. Llegaba hasta la cintura el agua. Tuve que dormir en un comedor porque estaba todo lleno de barro. En una semana voy a limpiar, cuando se seque», dijo.

El impacto de las lluvias también se sintió en las zonas más céntricas. Vecinos con secadores y baldes fue una postal recurrente esta mañana sobre calle Lainez y Alcorta, un sector con gran cantidad de negocios.

«Tengo más de cuatro heladeras quemadas y otros productos que estaban en la parte de abajo de la estantería también se arruinaron.  Anoche cuando los vecinos me llamaron para avisarme yo ya estaba resignado», comentó Carlos, dueño de un kiosco sobre calle Alcorta. En su negocio entró unos 20 centímetros de agua y se puede ver todavía como las marcas en las paredes son el registro de la altura que alcanzó el producto de la lluvia.

«La cantidad de impuestos que se pagan para todo y adonde se ve reflejado. En ningún lado», expresó consternado Carlos..


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