El transporte, clave en la fuerte adhesión al primer paro de la CGT

Además, criticaron los piquetes y negaron que estén promoviendo “una fogata social”. El gobierno reconoció el alcance de la medida, pero la consideró innecesaria.

Primer PARO General

Concluyó el primer paro de la CGT contra las políticas de Mauricio Macri y el final llegó con cruces que abren interrogantes sobre el vínculo entre sindicatos y Gobierno. La huelga tuvo alto acatamiento en todo el país, potenciado por la paralización del transporte público y los cortes de accesos por organizaciones de izquierda. Desde la central obrera se despegaron de los piquetes y aseguraron que “la medida de fuerza fue contundente”: exigieron “diálogo en serio” y un cambio en la política económica. El gobierno reconoció el alcance de la medida, pero dijo que el paro fue “innecesario”. “Hablar de diálogo y no hacerlo es una contradicción”, respondió el Ejecutivo.

La imagen se repitió, con algunas excepciones, en la mayoría de las ciudades del país: calles vacías, falta de transporte, menos actividad comercial y focos de marchas de izquierda.

“El paro es contundente, con un alto acatamiento, tal como lo planificó la CGT”, celebró Héctor Daer, el primero en hablar de los jefes de la CGT, que “exigió” sentarse a conversar temas de fondo para que “la política no siga haciendo decaer la actividad económica”.

Como muestra de unidad, en la conferencia de prensa no sólo estuvieron Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, sino toda la primera y segunda línea de la central. La cúpula quedó golpeada luego del final con insultos de algunos grupos en su última marcha.

Schmid se defendió del gobierno que acusa desestabilización y de quienes los consideran “tibios” en la interna sindical. “No estamos promoviendo una fogata social, ni que termine el mandato de nadie; no hay especulación política ni partidaria”, dijo. Y agregó que “no se puede confundir nuestra prudencia con la lentitud”. Además, criticó los piquetes: “Si alguno por izquierda nos quiere correr diciendo que somos conservadores, les decimos que sí, que queremos conservar nuestros convenios colectivos, nuestros niveles de empleo, nuestra capacitación. Y por eso vamos a ser responsables”.

Las CTA, que presionan a la CGT, celebraron el paro pero dijeron que “profundizarán” la lucha.

Ante los cortes, el gobierno implementó el plan antipiquetes como nunca. Las fuerzas policiales desalojaron accesos a la Ciudad de Buenos Aires, y hubo golpes cruzados y detenciones (ver página 3).

Las reacciones del gobierno llegaron temprano. “Qué bueno que estemos todos acá, trabajando”, dijo el presidente Macri al inaugurar la edición del Foro Económico Mundial en Buenos Aires (página 4). El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que el paro “no fue una expresión mayoritaria de los trabajadores” y no “ayuda” al diálogo.

En Trabajo, Jorge Triaca dio su propia conferencia. Afirmó que hubo actividad normal en varios sectores y calificó al paro de “acción política”: “Hablar de diálogo y no hacerlo es una contradicción”.

Recordó que el Ejecutivo viene celebrando acuerdos por sector y ratificó que no modificará su política económica: “Este gobierno no tiene en agenda volver a Kicillof y Moreno: nos votaron para algo distinto”, disparó. En pleno año electoral, las muestras de fuerzas desde el gobierno y el sindicalismo irían en aumento, aunque siempre hay canales de diálogo.

Un reclamo descarnado

La conferencia de la CGT se vio interrumpida por el reclamo a los gritos de un hombre, Marcelo Novillo, padre de Adrián, asesinado en 2014 a la salida de un boliche en Quilmes. “¿Cuando van a luchar para que no maten más a nuestros hijos?”, exclamó. Schmid reconoció que la inseguridad era producto de la pobreza.

“Hoy alguien se puso contento porque estaban trabajando. Nosotros estamos tristes porque hay millones de compatriotas sin trabajo”.

Héctor Daer, secretario general de la CGT.

“No está en el ánimo de los sindicatos que termine el mandato de nadie. Si hay mafias en este país, busquen en la espe-culación financiera”.

Juan Carlos Schmid,

secretario general de la CGT.

“El paro fue innecesario. Hablar de diálogo y no hacerlo es una contradicción. Vemos que hay una acción política”.

Jorge Triaca,

ministro de Trabajo.

Datos

“Hoy alguien se puso contento porque estaban trabajando. Nosotros estamos tristes porque hay millones de compatriotas sin trabajo”.
“No está en el ánimo de los sindicatos que termine el mandato de nadie. Si hay mafias en este país, busquen en la espe-culación financiera”.
“El paro fue innecesario. Hablar de diálogo y no hacerlo es una contradicción. Vemos que hay una acción política”.

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