El único imputado por el robo a Pollolín, un paso más cerca de quedar preso

Eel Superior Tribunal de Justicia (STJ) denegó el recurso extraordinario federal que interpusieron los abogados particulares de Pablo Gabriel Castillo.

Pablo Gabriel Castillo fue el único condenado a 11 años de prisión por el robo en la empresa Pollolín de Cipolletti, y hace poco el Superior Tribunal de Justicia (STJ) denegó el recurso extraordinario federal que interpusieron los abogados particulares del imputado. Está más cerca de quedar preso.

“El remedio en examen no logra refutar la decisión adoptada ni acreditar la violación del doble conforme ni la existencia de absurdo o arbitrariedad de entidad suficiente como para habilitar esta vía excepcional», fue el fallo en el que se apoyaron para resolver la denegación del recurso.

El atraco fue el 28 de agosto de 2015, y el 5 de septiembre de 2017 la Cámara Segunda en lo Criminal de Cipolletti condenó a Castillo por el delito de robo calificado por el empleo de arma de fuego, en concurso ideal con portación no autorizada de arma de fuego de uso civil y le impuso la pena de 11 años de prisión. La sentencia fue confirmada luego por el STJ.

Aquel 28 de agosto a las 13, previo a repartirse las funciones, el acusado entro al comedor de Pollolin, en la calle San Luis, Ingresó portando un arma de fuego sin tener autorización legal, y junto a dos hombres que no fueron identificados, realizó un disparo.

La bala no hirió a nadie pero impactó cerca del personal que estaba en el comedor. Allí, administrativos de la empresa estaban realizando el pago de premios al los empleados.

El disparo fue para intimidar, y amenazaron a los trabajadores que se mantuvieran «callados».

Además golpeó a una mujer en la cabeza con la culata del arma.

Tras apoderarse de 940 mil pesos, salieron del predio en un vehículo Volkswagen rojo. El dominio del auto termina en 253 y se encontraba en calle San Luis. El conductor no fue identificado.

Radiografía de un robo comando

El robo, tipo comando, ocurrió el viernes 28 de agosto de 2015, después del mediodía.

En ese momento había muchísima actividad en la sede de la empresa ubicada sobre la calle San Luis de Cipolletti. Una empleada administrativa estaba pagando una serie de incentivos a la productividad. El dinero estaba guardado en una caja de cartón.

Fue en esas circunstancias que los ladrones armados ingresaron al predio, inmovilizaron al guardia de seguridad y lo encerraron en un baño. Después efectuaron disparos al aire y amenazaron a la mujer, que estaba abonando el dinero. Se llevaron la caja con 940.000 pesos. Una vez afuera se subieron a un coche y huyeron. Días después dos hombres fueron detenidos pero uno solo quedó sometido a proceso.


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