En buena hora, Honduras

Puerto del Este

Tardan nuestros pueblos en votar con justicia electoral, por el bien de todos. Es lo que ocurrió el domingo pasado en Honduras.

Recuerdo cuando años atrás el expresidente Manuel Zelaya, esposo de la triunfante en la contienda electoral Xiomara Castro, fue secuestrado, sacado de su cama en pijama y llevado en avión a una base de EE.UU. en su propio país, desde donde lo evacuaron a Costa Rica, en un acto propio de la CIA, que no aceptaba que Zelaya hiciera amistad con el Comandante Hugo Chávez que entre otras cosas le suministraba combustible a precio razonable a la vez que le mostraba el camino de la justicia social que desde ese momento se perdió en Honduras.

Ahora la mayoría de los desocupados de Honduras van caminando a México-EE.UU, porque la oligarquía y los capos de la droga reinan en ese querido país centroamericano.


Ya vemos cómo Bolivia volvió, al igual que Perú, a tener un gobierno independiente de EE.UU. Se sumaron Nicaragua, Venezuela y ahora Honduras, naciones que luego de sufrir el neoliberalismo y la explotación de sus recursos, finalmente optaron por elegir gobiernos -como dicen los “gorilas” populistas- yo diría peronistas.


Y así mientras EE.UU. está entretenido en desestabilizar Europa y Taiwan, y como ver la posibilidad de que el gas de Rusia no llegue a Europa, tendríamos la oportunidad de crecer, también nosotros, a pesar de la tremenda situación que heredamos del macrismo. ¿O no?

Juan Carlos Malgesini
DNI 4.673.429


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