En el alma del paisano

la peña

jorge vergara jvergara@rionegro.com.ar

La actividad convoca a mucha gente. Son cada vez más los que asisten a esos encuentros que con mucha frecuencia se realizan en la zona. Tienen tal vez mayor desarrollo en los pueblos, aunque en algunas ciudades el fenómeno también dijo presente. Los encuentros camperos, cargados de gente humilde, con jineteadas incluidas forman parte de las tradiciones arraigadas en la región y en este tiempo existe una especie de revalorización de esos encuentros. Se dan generalmente para las fiestas patrias o para los cumpleaños de los pueblos, aunque hay gente que se empeña en lograr que esta actividad tenga vida todo el año. Es que como todas las actividades tuvieron su apogeo y después decayeron. Algunos dicen que a los encuentros camperos, de asados y comidas típicas, de buen vino, caballos y mucha gente, se les hizo mala fama por algunos incidentes que ocurrieron en diversos encuentros. Un amigo supo decir que esas juntadas camperas de los fines de semana son una caricia para el alma de la paisanada, cargada de buenos valores, pero poco distinguida en sus tareas más bien cargadas de silencios. Entre la gente que trabaja, hay muchos que ponen su esfuerzo diario para que esta tradición no caiga en el olvido y cada vez que pueden, ponen en marcha convocatorias que son la envidia de cualquiera. Juntan verdaderas multitudes. Uno de los que trabaja en cuanto encuentro se presenta es Sergio Herrera, un animador de los de antes aunque su edad no lo diga. Es que lleva consigo toda la tradición y la sabiduría necesaria para mantenerlas vivas y maneja el público con mucha calidad. No faltan las payadas ni los relatos cargados de emoción. Un joven nacido y criado en Fernández Oro Jorge Cid, hijo de un matrimonio de trabajadores de la tierra, junto a un puñado de mujeres, hombres y niños, inauguraron hace unos meses el Campo de Jineteadas “Los Abuelos” (nombre impuesto en agradecimiento a sus padres). Allí se se desarrolló una fiesta gaucha con destrezas criollas y jineteadas. Después del medio día se inauguró oficialmente el escenario al que los organizadores decidieron junto a la gente bautizarlo con el nombre de “Sergio Herrera”. Un nuevo espacio ha nacido para reforzar las tradiciones, para inculcarlas, para mostrar que están vivas. Un lugar ideal para compartir en familia. A Sergio Herrera le dedicaron unas palabras que acompañaron la imposición de su nombre al escenario. “Sergio Herrera gran señor de respeto y de trabajo Usted que empezó de abajo y hoy es un gran relator. El Pueblo siente el honor y así se lo testimonia “La voz de la Patagonia” lo declara con amor. Sergio Herrera ya recorrió fiestas populares en toda la región y no faltan los viajes, cargados de humildad en su equipada Ford F 100, a otras provincias como La Pampa, Neuquén y Chubut, además de Río Negro. En esta temporada además de la Fiesta Nacional del Chivito en Chos Malal lo contrataron en febrero para la Fiesta del Ñaco, en El Cholar, Fiesta Provincial del Arriero, en Buta Ranquil, Fiesta del Loro Barranquero en Tricao Malal. Y la lista sigue, es tan extensa como alcance el calendario. Personajes como Sergio son los que despacio, lentamente, junto a los que organizan estas fiestas, junto a los que asisten y le dan verdadero sentido, hacen posible que sigan vivas las costumbres, que las tradiciones tengan vigencia y que la modernidad con sus pro y sus contra no se las lleve por delante. Gestos que ojalá se multipliquen. Dignos de admiración.


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