En River diluvia sobre mojado

En el inverosímil mundo de River, todo ocurre al mismo tiempo. Tanto que es imposible seguir el curso de los hechos. Mientras unos decían que Ariel Ortega ya era jugador de River, otros sostenían lo contrario con la misma fuerza. ¿Ortega dijimos? ¿Acaso no era Cristian Fabbiani el protagonista principal de la comedia riverplatense? Sí claro, pero eso era el martes. Hoy es Ortega. Porque en el inverosímil mundo de River el tiempo tampoco es lo que parece.

Sí, pero no, pero sí…

Por la tarde, parecía que el regreso del ídolo al club de sus amores tenía el camino allanado cuando un grupo inversor aseguraba haberse puesto de acuerdo con Independiente Rivadavia de Mendoza por los seis meses que todavía tenía el jugador de contrato.

La intención de este grupo inversor era después sentarse a negociar con River el regreso de Ortega. Sin embargo, desde Núñez aseguran que son los únicos que pueden negociar con Independiente y, en todo caso, los representantes del grupo inversor primero deberían haberse sentado a dialogar con ellos.

De esta manera, la única posibilidad de que Ortega llegue a River antes de junio, al menos hasta el momento porque todo cambia minuto a minuto, es que los directivos del Millonario lleguen a un acuerdo con sus pares de Independiente. Algo que hasta el momento parece imposible.

Pero, ¿por qué tanto celo con el grupo inversor? Porque éste esta liderado por el empresario Carlos Ávila, ex dueño de TyC Sports, o lo que es lo mismo decir, el ex dueño del fútbol argentino.

Aun así, ¿por qué tanto celo con este grupo inversor? Porque Carlos Ávila tiene la firme intención de ser presidente de River y qué mejor que ser el hombre que devolvió a su ídolo a Núñez. Aguilar y los suyos no quieren saber nada con eso. No con que el ídolo vuelva a casa, sino con que un rival como Ávila lo haga posible.

«Si es gratis…»

«Lo que pretendo es que Ortega vaya a River; yo no pongo ningún tipo de trabas», dijo Ávila a C5N. «Me hago cargo de mi responsabilidad: de la manera que sea Ortega es de River. Páguenle la prima, el sueldo, el dinero que yo puse lo puse yo y listo; el préstamo, que se olviden. Yo soy hincha de River y quiero que juegue en River», dijo Ávila.

Héctor Grinberg, tesorero de River, quien no vio con buenos ojos la abrupta irrupción del empresario, escuchaba del otro lado de la línea durante la emisión del noticiero de C5N: «Lamentablemente se dieron las cosas así, hubo falta de comunicación, pero si es gratis sí, claro, como no vamos a aceptar», le contestó.

Por su parte, allegados a la presidencia de River adelantaron que estudian demandar a Carlos Ávila por haber comprados los derechos de sesión del pase del Burrito Ortega. La dirigencia millonaria se siente «estafada» por el empresario. Si eso ocurre, ¿llegará finalmente Ortega a River de la mano de Ávila? ¿Alguien se anima a responder?

Carlos Ávila confirmó que está decidido a meterse de lleno en la política del club del cual es hincha confeso. «El club está muy mal y por eso voy a trabajar para que recupere la identidad. Voy a apoyar a Daniel (Passarella) en las próximas elecciones (en diciembre)», dijo.

¿Y Ortega? «Si quieren estoy para jugar el fin de semana. Me muero de ganas».